Como una buena pieza de lomo ibérico de bellota, recibo a un postúltimo Urceloy nada cangrejo, craso en poesía (por gran poeta y nunca por error), lúcido y gargantúa... y flipo... flipo porque en su chorro poético hay bastantes cosas que me llenan de envidia (esa envidia sana que supone el darse cuenta de que hay un camino que no has pisado por falta de clint y por exceso de eastwood )... y que le entré al manjar golosamente, metiendo grandes bocados a este buche lector y corriendo el peligro severo del molondro atragante... El libro se titula “ La biblioteca amada ” y lo ha editado para su suerte ‘ Polibea ’ (no sé si tanto para su enriquecimiento pecuniario)... y juro que supuso erección hacer lectura (algo que no pasaba hace ya meses en este cuerpo entre gandul y lacio)... es purito (y también prurito) gran Arte sobre el Gran arte y viceversa... y todo con ese fondo plástico que consigue solo quien tiene conocimiento de causa y presunción de los múltiples efectos (Urce
Bitácora de Luis Felipe Comendador