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El sádico olvidó afilar sus dientes esta mañana...

Cuatro muertes cercanas en un mes me parece demasiado. Dios debe estar en la jodida luna de Valencia o de veraneo con George Bush, el asesino tranquilo.
Mejor guardar silencio o recurrir al lugar común de la enumeración caótica.
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El sádico olvidó afilar sus dientes esta mañana y deja la carne en un estado trágico mientras escucho a Grappelli. No hay pájaros que graznen mientras se reproducen los perros en la Plaza de la Piedad y todo es territorio de los coches. A las nueve una muerte y a las siete un sepelio para reír como en una mueca. Dos de copas. Una sonrisa alumbra no sé qué deseo y la tomo para mí por un instante mientras me guiña su ojo izquierdo la monja enana de Fellini. Van a empedrar mi calle y me toca los huevos. César tiene ya un cuadro de Albertito y le siento feliz mientras lo mira. Ha llegado mi hermana y la siento hermosísima mientras mi Mada es un no entre algodones. Dios es hoy un majadero creado por algún imbécil. Estoy triste y me siento como una hermosa ruina. Presiento que no hay nada después de tanta historia. Ángeles me habla con demasiada insistencia de su muerte y yo sonrío.
Estudiar el precio justo por copia es un asunto grave que roba mil horas…
De Tontopoemas ©...

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