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En fin… un tormento para descojonarse de risa.

Acaba el año con felicitaciones hermosas de Alexandra Botto, de José Luis Morante, de Juanjo Barral, de Belén Artuñedo, de Paco Ortega, de Isabel Huete, de Lorena Pajares, de Paquito Montero… y es lo mejor, recuperar voces lejanas que andaban perdidas en el fondo rechulo de la memoria.
De la cosa 07 han quedado millares de muertos en las guerras recordadas y en las olvidadas, un par de vueltas de tuercas vaticanas hacia el conservadurismo católico más negro, explotación a manotadas y pobreza a mogollón, sospecha sobre sobre las organizaciones no gubernamentales de ayuda humanitaria, indefensión ante el capital, ascenso vertiginoso de los sentimientos racistas, conformismo globalizado que ya es alienación dura en el falso sistema del bienestar, gobernantes imbéciles y tontos de baba poniendo desorden en el mundo, gobierno del dinero, preponderancia del tener sobre el hacer, moralina zorola a raudales… todo un florerito de mierda pinchá en un palo para hacer del hombre el absurdo que debe ser.
Y de mis convicciones de este año… pues que debo buscar soledad, individualidad y singularidad; que el ecologismo dramático es una falsedad que esconde detrás turbios negocios, que la política es desastrosa desde el justo principio de que no hay ni un solo político que no sea un analfabeto integral y una mala persona –ya no guardo ni esa cosa del ‘salvo raras excepciones’–, que pensar antes de hacer es lo correcto, que la lectura me destruye, que El Quijote es definitivamente una obra mediocre llevada a la categoría de mito por los tipos de las pelas, que me gusta más la poesía contemporánea lationoamericana que la española, que Dios sigue sin existir pero da una guerra de cojones, que el cambio climático es la mentira más global e incendiaria que se nos está vendiendo [ya podrían utilizar los recursos destinados a esta merienda para quitar el hambre, la sed y la enfermedad de los países pobres y en conflicto eterno], que la familia coarta, limita, quema, destruye…; que la cuota femenina es una injusticia por donde se mire, que los ricos también lloran, que hace falta una revolución feroz para arreglar esto un poquito, que el hombre solo tiene capacidad de destruir al hombre, que nada es importante, que la democracia es un sistema agotado…
En fin… un tormento para descojonarse de risa.

De FUMADORAS

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