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Un viaje urgente y prematriculero...


Salió de pronto un viaje de necesidad, un viaje urgente y prematriculero a Helmántica city, con ritornelo y duda sobre si la cosa irá hasta una Filología Francesa o hacia un módulo superior... oye, y que todo hay que hacerlo ya, dejarlo previsto ya, papelearlo ya... así, el día se volvió corretiva con lengua fuera y fotocopias a gogó [menos mal que me llevé a mi Gui de compañero y la cosa se me hizo algo menos puñetera].
De entrada, había que ir al IES Fray Luis de León para obtener certificado de calificaciones bachilleres... cola inmensa y funcionaria puñetera [ejemplo a no seguir, por favor, por favor, por favor...], que dijo la piporra que ya no eran horas cuando ayer mismo, y en una hora par, negó ese certificado por no haberle dado tiempo a hacerlo [y todo teniendo que viajar y desviajar para aguantar a la moza que no hace su trabajo correctamente]... unas palabritas mágicas y se calmó, se puso en el sitio que le correspondía por sueldo del Estado y emitió el certificado requerido, coño.
Y del Fray Luis hasta el Fernando de Rojas [que está más o menos donde a Cristo le pusieron mirando a Coria]... hay que dejarlo todo atado en 24 horas y hay que hacer prematrículas doquiera que te imagines por si no sale la cosa de la selectividad... Nada más entrar por sus puertas lunares, Guille dijo.: “muuuundoooo viejuuuuunooooo”, que era/es la mejor definición para ese desastrerio que acumula a los no ‘pre-victor’ e intenta darles salidita profesional o lo que sea...
Oye, y allí otra perica afuncionariada con mal café, mal yogur y bastante mala folla... más fotocopias [hubo que ir hasta donde San Pedro perdió el norte para hacerlas]... ya nos habíamos comido cuatro horas de vellón cuando acabamos de entregar el último papel prematriculero... y en el entretanto, pues una imagen puro lumpen que ponía los pelos de punta para el caso de que mi chica tenga que pasar allí un par de años de aprendizaje... un tipo con coleta y pasador de cuero [que era el padre de otra chica prematriculera] se cagaba en dios cada cinco minutos y a buen volumen mientras tres chavales llenos de ‘piercines’ y tatuajones se liaban unos cigarrillos a mi derecha [no sé si eran cigarritos mágicos o simples pitillos tabaqueros] y dos periquitas con chandal negro y auriculares bailaban break suave en la cola... eso sí, el jardín/patio de auténtico lujo [quien lo pillara con los años que ahora tiene mi hija].
Acabado el trámite [de momento], Guille pidió con uno de sus ‘porfas’ que nos tomásemos una hamburguesa en McDonal’s, cosa que me pareció realmente sensata [aunque yo hubiera preferido comer pasta en un italiano], y pusimos pies en polvorosa hasta un centro comercial cercano para McDonalizarnos [el saldo a esta hora es de Mcdolordetripa, Mcgases y un par de Mcdeposiciones]... luego un paseote entre las tiendonas para comprar una funda para la DS guillermera [serie limitada de Pokemon] y una tarjeta de memoria de 16 Gb para mi Nikon... y del compreteo a casa por una carrtera mojada por la lluvia y con las dos ruedas traseras desgastadas [a ver si esta semana me da para cambiarlas, que, si sigo saliendo así de viaje, me juego unos cuantos puntos y una pasta gansa].
A los residentes capitalinos no les cuesta lo mismo una prematrícula que a los bejaranos, coño, lo mismo que una consulta médica y otro montón de cosas... está claro que no todos los contribuyentes disfrutamos de los mismos derechos.

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