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Decollage de un día morcón y ciruelo.


Las costuras interiores del bolsillo del jodido pantalón de verano que me puse ayer me han dejado lacerados los enveses de las manos... y las sandalias [‘andalias’] me hicieron una llaguita en unos de los interdedos del pie izquierdo donde penetra el pirulo sandaliero... pero eso no es nada si lo comparo con el trasiego de libros, el acarreo de tableros y burrillas y el madrugón para pillar un sitio con sombra en la Plaza Mayor bejarana... y todo para un casi nada de diez horas que se saldó con 172 euros solidarios y cooperativos sudados del puñetero calor que casi me doblega a media tarde.
La cosa es que apenas pasó gente por el mercadillo [andaría de río y piscinita]... y quitando a mis hijos, a Albertito Hernández, a Marisol y Urceloy [que vinieron de visita findesemanera], a la familia Kunts y a los cuatro fijos de rigor [a los que estoy absolutamente agradecido], lo demás fue soledad y páramo... aunque hubieron [‘hubon’] otras cosas...
No te digo... que llega una señorona y escoge un librote que estaba en perfectas condiciones de uso y era gordo de verdad [le estimo unos 40 euros comprado hoy y nuevo] y me da un euro por él mientras me dice... ‘ya se lo gastarán ustedes en alguna juerga, que sé lo que pasa con estas tapaderas de las cosas solidarias’... oye, y se quedó tan fresca la mindundi... que se llevaba un libro de 40 papeles por una miserable moneda de un euro y todavía se creía que podía darme lecciones morales, a mí, que llevaba más de siete horas aguantando la lumbre del asador por algo en lo que realmente creo... así que le quité el libro de la manos, le devolví su euro y le dije que aire... y todavía me miró con desdén la jodida peripuesta, mientras intentaba justificarse... pero pasé de ella y la mandé al guano sin el libro, que yo ‘trafico’ con quien me sale de mis santos cojones... mira tú, que después de que ofreces un material a precio de risa y con fines no confesionales, no gubernamentales y no crematísticos... tengas que aguantar, encima, que quien se lava la conciencia [aprovechándose] te venga con historias de fantástica moral burguesa adocenada... hago lo que hago porque me sale de los cojones, no exijo nada a nadie y solo daré explicaciones cuando me apetezca darlas [y siempre procuro dar más de lo que recibo para mis proyectos... que quede claro]...
Luego me llegó una viejita pidiendo algún libro sobre la historia de El Alcázar... y me metió un rollo profascista que aguanté con auténtica educación... que si se quedaron sin comida por culpa de los rojos, que un capitán murió de la forma más terrible imaginada, que si rezaban a Dios bendito mientras eran masacrados... y cuando le dije que no había ningún título que tuviera que ver con esa historia chusca de la guerra entre hermanos, me quiso dar un mitin sobre las bondades del Generalísimo y las maligna existencia de la izquierda... así que le conté en tres frases la muerte por asesinato de mi abuelo y le explique que la hagiografía es un mundo oscuro y sesgado en el que se amparan muchas personas para ver solo lo que desean ver... y se largó sin más [creo que no tenía ni idea de lo que es la hagiografía... pobre]... un impás largo sin gente y que se presentaron de pronto los recién ascendidos de rebote a la tercera división futbolera.. y lo hicieron en dos camiones, con las caras pintadas de los colores ganglios, bebiendo vino en vasos gigantes de plástico y cantando canciones de borrachos con letras machistas... así que recogí como pude para huir de tal dislate de la postcontracultura mal entendida y me largué en un carga/descarga que ahora me tiene dobladino otra vez [la enésima], que me encanta, entre otras cosas, porque mi doblez deviene de hacer lo que deseo hacer, de que quiero hacer y de lo que hago... así que no me quejo.
Lo peor es que me perdí la cuarta asamblea 15M, aunque me trajeron noticias de ella un par de colegas.
El mundo es raro, coño, raro...


Ahisa también mercadilleó.

Y me la pasé descalzo para pillarle un poquito el frío a la piedra.


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