Con la cabeza espesa y la luz de este otoño en los ojos, lloviendo afuera, lloviendo adentro... me escondo donde puedo con mi pluma y la cajita de carboncillos (que Alberto dice que no son carboncillos) y dibujo deprisa lo que se deje dibujar en un cuadernito nuevo... los dibujos empiezan nítidos y después se emborronan... y el tiempo que utilizo en ello me parece magnífico.
Llueve otra vez... un cuerpo.
Me gustan tus carboncillos expresados sobre papél, en especial las mujeres, no por ser mujeres, si no por expresar con color y lineas, tanto. Te felicito...
ResponderEliminarSaludos
yo