Vinieron a visitarme Urce y Sol, y echamos la tarde entera en visitar a Josetxo y Luis en su Casa de la Sal... todo era frío, pero un café caliente y unos cigarros nos ayudaron a ser supervivientes... hablamos de largo en un ambiente de dulce y ambarina decadencia... fue lindo.
Este invierno es un otoño extraño.
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