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¿Pensar es de burgueses?


9 de enero de 2009
Me retó esta mañana Antoñito G. Turrión, que estaba risueñote, a darle vueltas a la cosa de que para pensar y escribir hay que haberse aburguesado antes, y yo no lo creo del todo, pues es característica del burgués el estatismo y la búsqueda de la falsa tranquilidad con la idea de salir siempre bien librado de la vida, sin aportar, sin sobresalir, sin arriesgar...
Sí es cierto que el aburguesamiento presta tiempo libre, pero también es cierto que quita cualquier estado de necesidad, tanto interior como exterior. Quizás la cosa suceda cuando el aburguesado comienza a sentir asco de sí y de la situación en la que vive, cuando comprende que no va a parte alguna y se plantea la posibilidad de ser en otros parámetros.
La verdad, pensándolo bien, es que el tema no me interesa demasiado. Saber que hay un caldo de cultivo en el que el pensador crece mejor y piensa más, no va a ayudarme a llegar a ese statu ni va a procurarme conocimientos que en este momento me apetezcan.
Lo que sí me interesa es lo que sucede cuando me despierto por la mañana y me encuentro con la putada de que mis parámetros se han esfumado, que me acosté siendo sobre una falsa seguridad y me desperté inseguro, diferente... es ahí donde me sucede el impulso de pensar, donde me ataca y me incomoda, donde me siento con voluntad de aprender y hasta de crear.
Por lo vivido en carne propia, puedo decir que esa sensación de perder el pie sobre el suelo que creía sólido es lo que me hace ser hombre en el pensamiento, en la reflexión, en la elucubración... y no el lugar que ocupo bajo, entre, por encima de los demás.
Perder los referentes y buscar otros nuevos es el motor... ser un ente de verdad biológica y buscar ser un ‘no‘ de entelequia metafísica [no una potencia, ni una posibilidad, sino una realidad fuera de lo estrictamente físico o/y químico], ser en lo abstracto para intentar olvidar la domesticación y la inexorabilidad que supone lo biológico... y en esto no tiene nada que ver ser burgués o paria, hombre de casta o clochard de las noches frías, hombre o mujer, estatua o tumba.

Comentarios

  1. El Pluscuam chochea un poco, me parece. Pensar no es privilegio de nadie, TODO EL MUNDO piensa. Otra cosa es escribir, pero qué más dará como tú dices, si lo importante es sentirse bien. Nadie escribe por un acto de entrega, o de generosidad, o de pamplinas, hacemos las cosas o por obligación (trabajar para vivir) o porque nos gusta.
    Hoy estoy un poco asilvestrada, no me hagáis mucho caso.
    (Siempre dudo si la "a" del "hagáis", por ejemplo, lleva acento o no).

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