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Literas en Perú.


Así dormía hasta hace una par de semanas la familia de Yarita Denís, todos en esta cama.

Yarita estrenando su litera. Mirad dónde queda el tejadillo de
su habitación.

Otro becado junto a su hermana en su nueva litera.
Se aprecia la limpieza de los niños y el trabajo de
su madre en la habitación. Esto es muy gratificante.


Esta mañana, cuando llegué a mi estudio para darle el último pulido a mi intervención en la presentación del libro de Pedro Mirón en Béjar, me encontré en el correo gran cantidad de información gráfica del Perú referidas a nuestras becas solidarias SBQ, imágenes que han conseguido que se me salten las lágrimas de emoción y que mi ánimo crezca desmesurado. Nuestros primeros becados ya tienen cama en sus hogares [a cada uno se le ha entregado una litera de madera de cedro –que es de las más resistente al paso del tiempo y a la acción de la carcoma–, dos colchones y ropa de cama que consiste en dos juegos de sábanas y dos edredones]. Por absurdo que parezca en nuestro primer mundo, el que los niños puedan dormir en camas individuales dignas les propicia un cambio cualitativo importantísimo en sus vidas, ya que hasta ahora dormían en grupo junto a sus padres y hermanos, y lo hacían sobre alfombras o en colchones viejos extendidos en el suelo.
Ver el comparativo del antes y el ahora de esas casas y de esos niños es francamente emocionante, y hasta cómico en algunos casos, pues hay becados que tienen sus literas justo rozando el techo de su ‘ranchito’ –han tenido que adaptar la casa a la litera– y otros que se han enfrascado en la infantil discusión del ‘yo duermo arriba y tú abajo’, que se ha tenido que solventar colocando abajo al niño que aún tiene incontinencia nocturna.
Las casas empiezan a verse más limpias y colocadas [algunas ya lucen pintadas de blanco] y los niños se les aprecia limpios y arreglados por sus madres... esta cambio producido en solo unas pocas semanas me parece importantísimo de cara al futuro de los niños si conseguimos con las constantes visitas de inspección que se extienda en el tiempo. Creo, por tanto, que nuestra labor está siendo francamente positiva, y que aún me resulta poco menos que mágico el que con una cantidad tan pequeña entregada en nuestro mundo [180 euros al año por niño] podamos estar consiguiendo tan magníficos resultados.
Hasta el día de hoy, y después de algo más de un mes de campaña, tenemos becados a once niños, pero hay un montón de ellos que todavía no pueden acceder a nuestra ayuda, y es en este punto donde vuelvo a solicitar de la sensibilidad de quienes leen estas palabras, el que hagan un pequeño esfuerzo y tomen la decisión de financiar a alguno de nuestros chavalillos.
Todo ello va complementado con la compra de una fotocopiadora que hace unos días hemos entregado a la Institución Educativa número 1579, de Río Seco, en El Porvenir de Trujillo, donde están localizados nuestros becados. El hecho de contar con esta fotocopiadora consigue que la población escolar de 140 alumnos que allí se atienden [todos con verdaderas necesidades] no tenga que preocuparse por el material escolar impreso, ya que se les facilitará sin gasto alguno.
Así que se me sale la felicidad por los poros de la piel... mil gracias a Lorena Pajares y a toda su gente en Perú, que están trabajando duro para concretar el éxito de esta labor solidaria.


Reyna y Juan Manuel ya estrenaron su litera y están felices.
Además aparecen limpios con su ropa nueva.
Su vida ha cambiado un montón.


La familia Orihuela Conovilca ya no duerme
en el suelo sobre una manta, como puede
apreciarse en una de las fotos.
La madre ha pintado la casa de blanco
con ayuda de SBQ Perú, y los niños
ya tiene sus camitas individuales.
El cambio es asombroso.
En las fotos están Ana Claudia y Mª Belén.

Fotografía del acto de entrega de la fotocopiadora SBQ a la Institución
Educativa Nº 1579 de Río Seco, en El Porvenir de Trujillo.





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