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"Diarios miedos"



Las historias cienmiles que tengo entre manos no me permiten disfrutar de la escritura en los últimos días, y eso hace que no me sienta demasiado bien... compromisos ineludibles, líos empresariales, encargos en los que media el afecto [eso los hace obligatorios] y otras cosas menores y mayores que me quitan tiempo de mí, pero que también me acercan a la gente que quiero.
Ayer recibí a Marino González y a su actor [le voy a llamar así porque mi memoria falla hasta no recordar un nombre que ayer pronuncié cien veces... que me perdone el coleguilla] para presentar “Diarios miedos”, una hermosa colección de cuentos cortos alrededor del miedo que Marino publicó hace ya más de un año. Fuimos poquitos, pero todos bueno, y la cosa salió estupendamente, hasta el punto de que en un momento de la presentación se interrumpió al autor para iniciar un animado debate entre los asistentes que me vi obligado a cortar porque la cosa tenía pinta de írsenos de las manos. El acto terminó con un monólogo dramático muy brillante, que estuvo a cargo del “actor” y con un montón de cañitas nocturnas [yo iba a Coke, que todo hay que decirlo], un par de situaciones de guardar [estupefactos quedamos al ver cómo se reponía una tapa a medias en la bandeja general de barra... fue una sensación parecida a la cercana visión de una nutria en uno de mis paseos] y un final de traca en ‘La Alquitara’ con copita de Havana 7 con cola y con zumo de limón... y concierto en vivo...
Cansadote acabé y cansadote sigo.
Destacar que me tocó presentar el libro y que ya no me acordaba de él [mirando hoy mis notas, sí que tengo apunte de lectura de hace poco menos de un año], por lo que fui sincero y dije directamente que no lo había leído... lo mío es de punto y aparte, y le tengo que pedir disculpas por ello a Marino... soy así, coño.
La visita fue en verdad muy entrañable y de ella quedaron medio cerrados algunos proyectos nuevos y comunes, muy interesante, que verán la luz en unos meses [mi especialidad es meterme en líos].
Un abrazote a Marino y a su “actor”, un tipo que me dejó una magnífica impresión y con el que espero compartir más de un asunto con el tiempo.



Marino en un momento de su presentación.

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