Cuando me siento abatido y no sé salir, me encanta volver a mis mitos juveniles y encerrarme en ellos durante días... y uno de los que más calado ha tenido siempre en mí ha sido el mundo de Julio Verne, que en los años mozos transité con auténtica delectación lectora y, con el tiempo, comencé a degustar algunas maravillas que pertenecen directa y transversalmente a ese mundo... me refiero al hermoso mundo de las ilustraciones que acompañaron y acompañan a sus hermosos textos... especialmente las de Alphonse de Neuville, Leon Benet y Edouard Riou... es sentirme mal, ponerme a mirar la obra de esos y otros ilustradores verneros, y olvidarme de todo hasta sonreír.
Os lo recomiendo encarecidamente y os dejo algunos ejemplos que a mí siempre me hacen volar a otros mundos distintos y distantes.
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