Como “La musa del arroyo”, del gran Emilio Carrere [“... Y en la encrucijada umbría de la suerte impenetrable, la Miseria, la implacable, se reía, se reía.”], ha pasado hoy a mi lado todo el contraste entero de mi sociedad moderna y avanzada: los esquiadores bajándose de audis y bemeuves cuatro por cuatro y corriendo a pedir sus riberasdeduero con alitas de pollo o morcilla de Burgos... y el borrahillo solo, de esquina a esquina siempre, charlando con la silla plegable de la viejina que se sienta a tomar el sol, cuando calienta, en la Plaza Mayor. Los beharahuis rancios de magro monedero paseando a sus santas con abrigos de pieles y bolsos de charol [¿Chabrol?]... y el tuerto harto de vino sentado sobre un charco con la cabeza sucia y un vómito marrón a su derecha. La madrileña espesa y su perropeluche con una bandejita de pasteles y unas botas naranja y unas mallas de esquí y un anorak de marca y un sombrero de piel con acné y una pluma... y la rumana oscura pidiendo la moneda de los carritos del súper a los hombres felices.
Tengo ya que empezar a trabar mi nuevo poemario, y este es buen momento, pues esa diferencia que lo llama a golpes de aldabón está en cualquier esquina de mis calles como un affiche móvil que siempre está delante de mis ojos.
“La musa del arroyo” quizás sea el mejor punto de partida para “Los 400 golpes” que esperan a mis manos... lo mismo saco algunos versos del magnífico Emilio para darme a mí mismo la orden de salida.
La espera a la salida de tu nuevo poemarío se me hará interminable, así que empieza pronto... :))
ResponderEliminarLeerte siempre es un grandísimo placer, y que podamos ver su presentación en Madrid.
Un beso grande, chiqui.
Hoy tengo la impresion de estar enviándote emails, y tú contestando al momento. ¿Es que no puedes darte un respirín y dejar de crear por un día? Oye, que por mí encantada de que empieces con "Les quatre cent coups". (Cuanto antes nos des el primer golpe, antes empezaremos a disfrutar (suena a masoca).
ResponderEliminarNo te imaginas lo que me he reído al ver el sombrero de piel con acné.
Oye, quiénes son los brutos que piden EN BÉJAR morcilla de Burgos?
Hoy he tenido en casa invitados, y les he puesto de aperitivo morcilla de Béjar sobre rebanaditas de pan caliente, y me preguntaron dónde compraba tales delicias.
Bueno, que si hace falta te doy el pistoletazo de salida. Preparado, gargue, dispare.
¿Pero andas así todavia? ¡Yo pensaba que ya tenías casi cien de los cuatrocientos golpes! ¿Nos contarás el porqué del título?
ResponderEliminarTe contesto también en entradas anteriores.
Beso.
Haz un favor a la Humanidad y enciérrate ya a escribir para publicarlo pronto; el resto debe quedar en segundo plano.
ResponderEliminarLa foto ya salió en otra entrada ¿no?.
Un besín.