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Palabras para Claudia (V). Sobre las jodidas espirales.


Visto con la distancia de los años, terminas dándote cuenta de que hay espirales en las que entras y de las que no puedes salir de ninguna forma, y eso es algo que nunca nos han enseñado donde debieran haberlo hecho, en las escuelas y en los institutos. Mira, Claudia, yo, ahora, con todas mis cargas [y me imagino que cualquier tipo en mis mismas condiciones], soy capaz de visualizar cómo hubiese querido el diseño de mi vida, y de ahí mi fracaso, porque lo entiendo ahora, que ya no hay soluciones posibles a ese diseño. Estudié una carrera sin futuro, solo porque había que estudiar algo [y yo tuve la suerte de poder escoger, que mis padres en eso no me forzaron a nada], y me desencanté ya en el primer trimestre del primer año, pues nada se acercaba ni un ápice a la idea que yo tenía de esa profesión y de esos estudios [estudié Biológicas en la Universidad de Salamanca], pero seguí en el asunto porque era lo más cómodo para un chaval de 17 años que solo buscaba comodidad y tiempo hecho... y desde ahí, la vorágine... una novia, un matrimonio, unos hijos, un trabajo tedioso que no me gustaba para poder soportar mi familia, créditos, inversiones... todo en espiral y frenético, todo lleno de decisiones que me llegaban impuestas y digeridas... y luego los vínculos, los jodidos vínculos que te van atando de por vida... una familia, un banco con sus hipotecas, unos trabajadores a los que pagar, una empresa en la que agotarte... y la jodida verdad, el engaño, es que siempre acometí mis proyectos cercanos con la idea de que podría controlarlos y detenerme cuando me viniera en gana... ahí fue donde me caí con todo el equipo, en no darme cuenta de que cada situación me iba llenando de ‘imposibilidad’. En fin... un desastre.
Mirando atrás, solo veo que he hecho cosas dirigidas siempre a autoesclavizarme en absurdos compromisos que me han ido destruyendo [ojo, no puedo ocultar que en ese proceso de esclavización han existido también muchos tiempos de satisfacción, pero lo que ‘es’ no tiene nada que ver con lo que yo hubiera querido que fuese]... el caso es que he llegado a un punto en el apenas soy capaz de controlar un ápice de mi vida, ya que todo me viene dado por exacta ‘obligación’ y con el consecuente castigo si no procedo como se espera que proceda.
La solución a todo esto debiera haber estado en una buena formación en mi tiempo infantil y adolescente, en que antes de llenarme la cabeza de absurdos contenidos [Historia, Matemáticas, Lengua, Latín, Geografía...], debieran haber formado con solidez mi criterio y haberme enseñado los caminos hacia las correctas tomas de decisiones en las cuestiones más reales de la vida social del hombre, debían haberme metido a sangre y fuego el valor exacto de los peligros que iba a correr, debieran haberme enseñado a actuar con responsabilidad propia y con exigencia de responsabilidad ajena, habría sido excelente que me hubieran enseñado cómo ser un padre correcto, cómo ser empresario u obrero decente y justo, cómo tratar la brutalidad de un préstamo o una hipoteca y cómo tomar la decisión de tomarlos o rechazarlos... debieran habernos enseñado a salir al mundo con pie firme y seguridad, con datos reales de los antes y despueses de cada una de nuestras decisiones, con la claridad meridiana de un proyecto de vida bien trabado para crecer en lo que realmente estuviéramos preparados para crecer y aportar algo positivo a nuestro entorno... ahí creo que comenzó el fracaso, amiga Claudia, en ese dejarnos al pairo con cuatro datos aprendidos de memoria que no nos han servido para nada...
Como te digo, la vuelta atrás resulta imposible cuando llegas a mi edad... entonces solo quedan los caminos paralelos [que actúan siempre como placebo], como la poesía [es mi caso], caminos que te permiten crecer en el plano intelectual y en el espiritual [apenas una micra en el plano real] y que, por lo menos, te ayudan a pasar algo mejor el trago al sentirte capaz de vomitar todo lo negativo que acumulas [poder echar la mierda siempre procura cierta sensación de descanso]... así las cosas, me gustaría que pensases en esto y te propuesieses ser muy cuidadosa con cada una de las decisiones que tomes en tu vida, sobre todo con esas decisiones que llevan consigo nudos directos y apretados... que seas consciente de que un pequeño cambio a tu edad, un giro de poco grados en tu trayectoria, puede dejarte marcada para siempre y puede cerrarte definitivamente algunos caminos que nunca debieran ser prescindibles.
No te lo pongo bonito, Claudia, lo sé... pero tu ventaja es que aún estás a tiempo y tienes los mimbres de tu vida sin trenzar...
Me encantaría que esto te sirviese para algo.

* Foto de mi equipo de basket en los años setenta [soy el cuarto de arriba contando por la izquierda].


•••

Comentarios

  1. Siempre te leo desde el lado de Claudia. Hoy no, hoy soy el Comendador que se sienta en tu silla, teclea tu ordenador y digo una a una todas tus palabras porque siento esa misma jodida espiral dentro de mí (aunque tampoco sé si es bueno que la extremeñina acumule tannta información, a veces con ella solo se crean dudas y pasos llenos de inseguridad).

    Un besito Luis Felipe.
    Mejor dos.

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