RAP PARA MARIO
No sé cómo explicarte lo que siento
Ahora que estoy de lleno en mi descenso
Y esto se acaba,
Yo sé que esto se acaba
Y no quiero marcharme dejándote una nada.
Rapeo por si acaso no te gusta
Leerte en mi diario y si te asusta
Que en versos ajustados a la norma
Tengas que conocerme. De esta forma,
Que es más de calle trece que la mía,
Voy a contarte, Mario, lo que un día
Hiciste de este tipo desastrado,
A veces caprichoso y a veces desbordado:
Yo era feliz sin más, o eso creía,
Dejándome llevar por la poesía,
Sabiendo que era falso casi todo
Y riéndome, sin más. Era mi modo
Jugar a ser bufón y, entre los popes,
Decir las cosas claras. Hubo golpes,
Que todo hay que decirlo, golpes bajos,
Que supe digerir. En mis legajos
De aquellos tiempos quedaron escritos
Palabra por palabra y muchos gritos.
También triunfé, que no todo fue malo
Y di algún que otro palo.
¡Que bueno!
Pasados unos años,
Jugando a ser oveja en el rebaño,
Dejé una vida hecha, o eso creía,
Hijos, un curro fijo y alcancía…
Creí que eso era todo
Y que hasta el fin sería puro acomodo…
Pero llegaron crisis y ruinas,
Amigos que se fueron igual que la mamina
–qué duro fue perderla, ver cómo se moría
Y no saber qué hacer–. Yo la quería
Y me dejó un vacío,
Un vacío cabrón…
Y una jodida sensación de frío…
Me vine abajo, pero me hice el fuerte
Para que no notasen mi miedo hacia la muerte,
Porque cuando eres justo el centro de tu gente
No es bueno que te vean hundido e impotente.
Pensaba que ya nada merecía
La pena y dejé pasar los días…
Y entonces sucediste para todo:
Me sacaste del lodo.
Fuimos pura uña y carne de inmediato
Y pasé de ser sombra a ser tu yayo.
Te llevaba en los hombros y reías
Y llorabas a tope si me iba.
Jugamos al Titanic muchas veces
Al Vesubio en sus días de Pompeya,
A las rocas volcánicas… Con ellas
Hacíamos colección y experimentos,
Cogíamos bichos y leíamos cuentos
O echábamos carreras Monster Truck…
Quiero que me recuerdes sonriendo
Mientras hacíamos rallyes conduciendo
La furgo por las calles…
No sé cómo explicarte lo que siento
Ahora que estoy de lleno en mi descenso
Y esto se acaba,
Yo sé que esto se acaba
Y no quiero marcharme dejándote una nada.
Quiero que sepas que tú eres lo mejor
Que le ha pasado al viejo yayo Comendador,
Que solo por tenerte
Ha sido una gozada vivir… Tú eres mi suerte
Y solo por saberte
Soy el hombre más fuerte.
Nunca pensé que yo fuese capaz
De amar con esta intensidad
Y menos, te lo juro,
Expresarlo en un rap.
Pues eso, Mario,
Ve bajando al gorila del armario.
Bendito Mario que te dio la luz y te instó a escribir este rap increíble.
ResponderEliminarMi hijo Mario también me da la vida.
Un saludo grande.
Gracias, Moo.
ResponderEliminarmM encanta el haberte hallado Tu blog sale de lo común
ResponderEliminarmuy bueno en un mundo de aburridos como es el que vivimos
Gracias.
EliminarHace mucho que no escribes y se te echa en falta.
ResponderEliminarUn beso.