Mi Mariángeles cumple 21 y es el primer año de su vida que no estamos juntos. Felicidades, hija, y un abrazote gordo de todos los que habitamos la casa que vas dejando vacía. ••• Recuerdo ahora un poemita infantil que le escribí a mi hija cuando cumplió cuatro añitos y que lo mantiene enmarcado desde aquel día sobre su mesilla [empezaba así: “Mariángeles, chichitas blancas, / de la luz chispita alegre...”... no lo continúo porque es algo íntimo y suyo] y la estoy viendo con su vocecita divina hablando sin parar, que aprendió pronto y con mucha corrección, sentada sobre la alfombra del salón, rodeada de juguetes y mirando embobada el vídeo de anuncios de juguetes que le grabamos la Navidad anterior [le encantaba mirar ese vídeo y se lo pedía siempre todo]. También recuerdo, y sonrío solo, sus días de ballet, que fueron muchos, y cómo fueron conformando su cuerpo y sus gestos con esa pose hermosa que lleva en su periplo de mujer... y sus constantes caídas por haber heredado mis tibias gi
Bitácora de Luis Felipe Comendador