Chucuito, en la trasera del paseo de El Callao, es un barrio pobre en el que reina el silencio, la limpieza absoluta y el color en su dimensión más impactante... pasearlo es un auténtico placer para los sentidos y deja una impronta dificilmente gestionable si no se cuenta con las palabras precisas. Un lugar indescriptible que hay que visitar.
Debe ser de cuando te mandaban “al Canfrán a varear fideos” o incluso de aquella mar salada de los ‘mecachis’... el caso es que siempre llevo puesto algo de casa [que es como decir algo de antes] en la jodida cabeza... y nado entre una pasión libidinosa por decir lo que me dé la gana y un quererme quedar en lo que era, que es lo que siempre ha sido... pero todo termina como un apresto en las caras, mientras el hombre de verdad dormita entre una sensación de miedo y otra de codicia... ¡brup!... lo siento, es el estómago que anda chungo... y tengo ideología, claro, muy marcada, y la jodida a veces no me deja ver bien, incluso consigue que me ofusque y me sienta perseguido... a veces hago listas de lo que no me gusta y de los que no me gustan... para qué, me digo luego, y las rompo... si al final todo quedará en lo plano y en lo negro, o en lo que sea, que al fin y al cabo será exactamente lo mismo... es por eso que hay días en los que me arrepiento de algunas cosas que he hecho, casi t
Comentarios
Publicar un comentario
Por favor, no hables de mí... si acaso, hazlo de ti mismo...