Las historias cienmiles que tengo entre manos no me permiten disfrutar de la escritura en los últimos días, y eso hace que no me sienta demasiado bien... compromisos ineludibles, líos empresariales, encargos en los que media el afecto [eso los hace obligatorios] y otras cosas menores y mayores que me quitan tiempo de mí, pero que también me acercan a la gente que quiero. Ayer recibí a Marino González y a su actor [le voy a llamar así porque mi memoria falla hasta no recordar un nombre que ayer pronuncié cien veces... que me perdone el coleguilla] para presentar “Diarios miedos”, una hermosa colección de cuentos cortos alrededor del miedo que Marino publicó hace ya más de un año. Fuimos poquitos, pero todos bueno, y la cosa salió estupendamente, hasta el punto de que en un momento de la presentación se interrumpió al autor para iniciar un animado debate entre los asistentes que me vi obligado a cortar porque la cosa tenía pinta de írsenos de las manos. El acto terminó con un monólogo ...
Bitácora de Luis Felipe Comendador