Desayuné un cafetito con churros junto a Alberto y charlamos por encima de cómo debe enfrentarse el pensamiento al hecho creativo, a ese impulso que te empuja a seguir en un tono para buscar alguna clave hacia el entendimiento, a esa sensación que te embarga cuando consigues algo y sabes que es lo que buscabas... o cuando encuentras de pronto algo que no buscabas y te quedas cegado. No hay un algo racional para explicar lo que sucede al hallazgo, como casi nunca es algo racional lo que te lleva al mismo... pero quieres tratar de ‘entender’ [siempre con el temor de que si indagas en el misterio, éste se diluya] y entonces comienzas a percatarte de que lo artístico tiene poco que ver con una habilidad o con cierta técnica [a pesar de lo que digan algunos tipos ‘puestos’], sino que todo comienza y termina en una ambición por expresar tu idea del mundo, una idea que te lleva a una experiencia estética e intelectual y huye rabiosamente de lo decorativo. Su ‘utilidad’ solo debe ser buscada e...
Bitácora de Luis Felipe Comendador