Ando como perdido en un día festivo que no parece festivo, sin algo que hacer, porque no me centro en nada, ni en la lectura, ni en la escritura, ni en esos garabatos que perpetro desde hace unos días... tengo ganas, pero no tengo ganas. Así las cosas, después de meterme entre pecho y espalda un buen plato de calderillo bejarano (patatas con carne), comencé a dudar entre tomarme un café en PdT o salir a dar un paseo con mi cámara de fotos... la verdad es que los días festivos que se unen a un fin de semana no me apetece asomar por la cafetería, ya que está todo lleno de visitantes con prisa por comer y con prisa por salir a patear las calles (nunca un ratito para charlar), así que tiré monte arriba como embobado por las nubes primaverales de este año, que son realmente espectaculares. Yo paseo siempre con mi traje de calle, con lo que llevo puesto de diario, pero la gente que transita los mismos lugares va como si la cosa se tratara de subir al Everest... bastones, gorros de ...