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Mostrando entradas de febrero 3, 2008

Vino Belén.

Después de cuatro años volví a ver de frente a Belén Artuñedo [no me puedo perdonar todo este tiempo de ausencia] y la encontré pletórica, preciosa, animada, con un jugoso puntito de compromiso y con los mismos ojos llenos de poesía y sensibilidad. Me trajo mi bruja una botellita de absenta de Provenza y una caligrafía original china sobre papel de arroz en la que pone ‘Poesía y amistad’. Comimos juntos y nos contamos de forma telegráfica nuestra vidas y nuestras cosas, nos miramos y nos encontramos creciendo a la vez en esta historia para la nada. Fue un auténtico placer.

Purito ombligo...

Cuando uno se abandona, se pone demasiado gordo o demasiado pesado, que viene a ser lo mismo. Y eso es el resumen de su vida: morcillones de grasa en los lomos, una tripa de espanto, papada con mirada cenital al suelo y el culo caído por justa gravedad [gordo]… batallitas, consejos, las reinetas de antes sabían mejor, falsa seguridad, paseítos por la calle o por el campo y palizas constantes al de al lado resumiendo experiencia y rezumando una sabiduría monocolor y plomiza [pesado]… y uno puede abandonarse a los dieciocho años tanto como a los ochenta y seis. Y en ese ‘esto es todo’ que hiede a zorola plenitud, se te puede ver como colgado por los dedos gordos de los pies, igual que un jamón curándose como único signo de supervivencia. Entonces el poema es OPCIÓN, una posibilidad miserable de salida hacia la realidad… y lo es porque precisa soledad [lo que significa salvar a los otros de tu pestilente perorata]. Demasiados abandonados terminamos en la poesía y con ello salvamos a los d

Hoy tengo sensación de arroz hervido.

Seremos, Ángel Pasos amigo, de cuando lo poco fiable… huesos afilados. Poco más. Ayer murió un cercano casi de mis mismos años, de mi generación [una generación vacía y vaciada a fuerza de intersecciones y anuncios luminosos]. Hoy tengo sensación de arroz hervido, de enculado a traición por un sistema en el que estuve y del que quise salir… estoy en la peor edad, la de las odiosas responsabilidades en las que los padres empiezan a ver el fragor de la vejez y las taras y los hijos empujan y asfixian. Creo que me quedan quince años así, atado a esa balanza llena de pesas falsas en la que destruirme. Sí, la muerte es estupenda si tramita bien su tempo, pero una hija de puta si se muestra indecisa. Tengo sensación de arroz hervido, blanco, pastoso, insípido… El optimismo ahora es una refriega con los demás para estar solo, una huida hacia la quietud absoluta. Y vuelvo a las palabras como puñales de hace unos días: ‘una generación tan hecha, tan fácil, tan soberbia... tan banal’. Yo la habr

Soy de ese entonces...

Soy de cuando se procreaba sin movimientos lascivos y la muerte era esperada como un segador, de cuando se hacían cinturones de monedas y rosarios de pipos de aceitunas, de cuando se daba limosna y se ayudaba al gentío a tener una buena muerte, de cuando las alcobas con cortinones, de cuando los escapularios con cintitas y los penitentes arrodillados, de cuando los exegetas hablaban del hombre andrógino, de cuando la periferia de los círculos, de cuando se vivía lo inquietante con fervor, de cuando los arcanos y los vicios castigados, de cuando el aguamanil de los prostíbulos y el espejo de pie, de cuando el solaz de las cortesanas con túnicas vaporosas, de cuando el viscoso semen de Dios, de cuando la rehabilitación de la sexualidad tácita, de cuando los siete cielos planetarios, de cuando las virtudes armaban al hombre congruente, de cuando la ambigüedad se hacía grosera en forma de erección, de cuando la mujer fecundada sonreía por estar encinta, de cuando la tierra yerma, de cuando

Creo que ayer me sentó mal la piña.

Youssouph llegó esta mañana a verme con un disgusto considerable, pues alguien cercano a la cosa de sus papeles le había dicho que lo tiene muy difícil y que por lo menos hasta el mes de noviembre no habrá solución para bien o para mal. Mi negrito tiene todo en regla y entra dentro de dos supuestos legales para obtener su permiso de residencia: por arraigo [lleva ya el tiempo que establece la ley empadronado en Béjar] y por colaboración desinteresada con entidad pública [ha trabajado durante un año y medio como voluntario traductor en un centro de acogida de menores inmigrantes en la comunidad extremeña]. Parece ser que todos sus males vienen de alguien con la misma ideología que el viejito que amarga mis cafés, un tipo con prejuicios raciales que quiere utilizar a mi chaval como excusa electoralista para hacerle daño a otros. El tipo seguro que jamás se ha visto sin ropa y muerto de frío en el centro de un océano, que no lo ha perdido todo y se la ha jugado a vida o muerte, que no ha

Una con Fray Luis de León.

El viejito de siempre acabó de comer y corrió como pudo a amargarme el café. Llevaba todavía un gran trozo de piña en la boca cuando arrancó a hablar para petarme el mejor momento del día. Yo le escuché con educación, como siempre, mientras sorbía mi café calentito, hasta que me dijo –refiriéndose a que no sé quién se había presentado a un premio–: “Dime el nombre de alguno de los premios literarios importantes de Castilla y León”… Yo le contesté sin ganas que el Fray Luis de León… “Ése no es –me replicó–, pues Fray Luis era compañero mío de estudios y me acordaría enseguida”. Tuve que aguantarme el llanto ante la seguridad con la que el anciano afirmaba las bondades de tal compañerismo. Y me sentó mal el café por tener que sujetarme, y empecé a pensar en la suerte que tenemos los humanos porque las casas tienen paredes y techo, porque en los balcones hay macetas con geranios, porque llevamos llaveros colgados de las trabillas del pantalón, porque disfrutamos de cordones para sujetarno

Desubicado.

Es curioso cómo se enredan las cosas. En el toma y daca de ayer con Antonio G. Turrión se cruzó un tal ‘er schú’ con un comentario desubicado lamido en la fabulación cristianoandante, casi cervantino el tipo, con una defensa a la contra de la astorgana sor Elisa [casicalcutana] .... para contarnos que sus hijos comen de una universidad católica [que les aproveche] y que la santamadreiglesia es el copón bendito de la consideración con los pobres y desfavorecidos. Al cardenal sonrosado que vocea las cosas de la Conferencia Episcopal le metía yo en su cama para ver si se ponían en justa comunión. Estoy ya harto de esas historietas para niños con mensaje liminal que parecen sacadas de los textos bíblicos traducidos para tontos. Los representantes actuales de la Iglesia Católica son una vergüenza de lesa humanidad, señor ‘er schú’, que buscan confrontación mientras se gastan los hermosos dineros que les sigue dando el socialismo acobardado. Yo quiero que se acabe el chusquero concordato y q