Llego a mi estudio después de ver cómo Fernando Alonso destroza el motor de su Ferrari y me encuentro otra vez con esa anonimalia empeñada en ser mi conciencia paradigmática/enigmática, diciéndome que me dedique a ‘estudiar’ y que deje de hacer esas cosas que no son collages y que más bien parecen ‘monigotes de niño chico’ [ya quisiera yo hacer monigotes de niño chico, coño, que eso sería un triunfo en toda regla]... es que hay que ser cabezota... venga a insistir con lo mismo... que yo hago lo que me apetece y lo llamo como se me antoja y lo sumo a mi diario porque es la huella personal de mi tiempo individual y me gusta acumularlo y dejarlo todo juntito para mí, porque me encanta tener mis cosillas juntas en un cajón virtual, ya que todo lo pierdo a los dos minutos, y no pido respuestas [y si llegan, sean del calibre que sean, me gusta que vengan con la cara puesta y no a escondidas, que ya he repetido mil veces que no soporto la piedra tirada y la mano oculta]... en fin, que me lo p...