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Mostrando entradas de enero 7, 2007

Rompo los libros que leo para que no contaminen a otros.

Mientras espero con ansia la llegada de Abraham Gragera –me llamó el lunes para decirme que vendría a pasar el sábado conmigo– siento cómo empieza a caminar de forma inexorable toda la movida de las elecciones municipales. Es muy probable que a esta hora ya haya sido nombrado Cipriano González Secretario General de la Agrupación Socialista Bejarana y, por tanto, candidato a optar a la alcaldía de Béjar. Sé a ciencia cierta que ya se están velando armas, que es como decir que ya hay movimientos subterráneos para llevarse cada uno de los gatos a las aguas limpias o cenagosas, según cuadre. Puede ser divertido pasar estos meses escuchando los «yo hice» y los «yo haré», anotando los argumentos que pongan la cara de bondad a la maldad o a la simple ineficacia, haciendo un rol de «la culpa es de otros... de ellos» y enfangando a gente que no quiere ni tiene ganas de rozarse con los malos rollos políticos de pueblo. Ya puestos en faena, pues que a mí me gustaría que saliese un grupo de gobier

Dios toma el café con sacarina.

Empiezo la mañana con intensidad tomando un café con Juan M. de Marañón preocupado con el tema Morille. Charlamos un ratillo y llegamos a la conclusión de que hay que dar paso al diálogo, por lo que llamo a Manolo Ambrosio y quedo con él para tener una reunión en Béjar el próximo lunes. El tema acaba con la llegada de Paco Montero y de José Manuel [Caja Duero], el primero acelerado con sus cosas empresarias y el segundo, como siempre, poniendo calma, sosiego y sonrisas. Qué importante es el diálogo mirándose a los ojos, viendo volar las manos de tu interlocutor y sabiendo sacar sonrisas de donde habitaba el mal rollo. El problema general es que el gentío no sabe mezclar la seriedad con la chanza relajadora y se engolfa en hacer causas vitales/mortales donde sólo cabe buscar soluciones y encuentros como final expreso y moló. Después de todo, los problemas siempre provienen del carácter de tu interlocutor, y las soluciones también. Es decir, los problemas somos y los creamos las personas

Cuando sonrío parece que lloro. No sé engañar a mi máscara

Ya se anda trabajando en una nueva publicación periódica y gratuita para la zona de Béjar, y no niego que me come la curiosidad por conocer sus principios y sus fines. Nos llega de la zona de Madrid. Esperemos a ver qué sucede para sumarla a alguno de los roles ya establecidos o para nombrar alguno nuevo. Que sea para bien [toco madera y Dios nos coja confesados]. Ayer me llamó el colega Manuel Ambrosio [Manolo es alcalde de Morille] para contarme su cabreo con la gerencia de Premysa. El año pasado se partió el pecho buscando y consiguiendo todos los medios para hacer posible el taller de cantería de la fundación, poniendo su nombre como garantía a las personas y empresas que participaron en el proyecto y hoy, sin más, sin que nadie le informase oficialmente, se entera de que el grupo de canteros formados en ese taller se van a ir a restaurar la muralla de Monleón, cuando él trabajo e invirtió en este proyecto con el fin [lógico] de que Morille se viera beneficiado en el futuro con pro

El hombre es una estafa de la materia.

Anna Ajmátova temía a los disfraces porque creía que una sombra hueca y sin nombre se vestía con ellos [“Cuento de Petesburgo”]. Yo también temo a esas vestiduras que son capaces de cambiarte hasta conformarte en una sombra hueca y sin nombre... y por tanto le temo al mundo, al mundo del hombre, al mundo entero del hombre, pues todo, absolutamente todo está tocado por el disfraz, con una maldad sutil que ya reina de forma inexorable. Sin embargo, hay días especiales en los que todo parece más luminoso y asoma un poquito de esperanza, días en los que llega mi hija ilusionada gracias a las clases que le imparte Mila, su profe de Francés. Esos días parece que se caen algunas máscaras para mostrar una sonrisa especial que se te queda posada en los ojos y no puede olvidarse. Hoy quiero dejar escritas unas gracias enormes a Mila por saber llenar de ilusión a una joven que busca el norte sin querer y sin poder hacerlo. Gracias por cambiar la hora lectiva de Francés por una hora de entusiasmo

Nunca se me caen los anillos... porque no llevo.

Me encanta que mi David Torres esté vivo y veloz, con más cintura que su púgil literario, pero con el mismo encaje. Sí me jode que meta en el mismo saco a la marasma fascista y a los colegas sociatas, pero me rasco y ya está, porque reconozco puntito de razón en la crítica. Un beso para el tipo duro [sé que a los tipos duros les joden los besos de ositos como yo... ja, ja, ja...] y mi perseverancia de que le den bien por el culo a «El Mundo» y al cacho carne baboso que lo dirige [PJR]. Ojo, pero eso no quita la simpatía, el afecto y la afición que le tengo yo a mi vicenadalino de letra clara y de palabras lúcidas [sobre todo en los programas Dragó telemadriles con noble hierático]. Queda en pie ese encuentro bejarano con ron añejo y patatas bravas. Besos otra vez, tío. (18:05 horas) A las cuatro y media llegué a la sobremesa del cocido Hontiveros [me había invitado el hombre y pasé, que no me gusta nada comer fuera de casa]; allí estaban José Luis Rodríguez Antúnez [este tipo está crec

A final de mes siempre caigo en la cuenta de que mi vida pertenece al banco que me da credito

Vuelvo a la realidad desde el desastre navideño con la noticia de que Felipe Benítez Reyes (Felipe Bonitos Rollos para la peña literaria) se ha llevado el premio «Nadal» con la misma facilidad con la que se llevó el magro «Hucha de Oro», el «Nacional de Poesía», el «Nacional de la Crítica», el «Ateneo de Sevilla» o el «Loewe». Vamos, que volvemos a la normalidad del fango, al engaño a los esclavos de la letra y al negocio editorial. Claro, que don Felipe Bonitos vive de esto... Lo malo es que junto a él se presentaron otros trescientos y pico autores que también querrían vivir de esto y han visto por enésima vez que la realidad se la meriendan los popes aún antes de que suceda (no escribáis para competir, coño, que estáis tontos). Con su pan se lo coma... y que sepa devolver bien los favores, que aún le quedan por pillar el «Reina Sofía», el «Príncipe de Asturias», el «Nacional de Literatura» y el «Cervantes». Me gustaría saber qué piensa ahora mi colega David Torres. ¡¡¡País!!! (11:34