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Mostrando entradas de abril 3, 2011

"40 Barcos de Guerra".

Navegando esta mañana por internet, me encuentro de pronto incluido en una antología de poesía mexicana contemporánea junto a mi amigo, y magnífico poeta, Fernando Beltrán. La antología lleva por título “40 Barcos de Guerra” y, siguiendo el enlace, he llegado a conocer que ha tiene un largo recorrido de presentaciones y atención por parte del público mexicano... ahondando, veo que el asunto trata exclusivamente de poesía y editoriales de poesía en México... y flipo en colorines. El mundo está lleno de sorpresas... en menos de un mes me he visto antologado en la citada edición y en otra sobre poesía y cine sin tener la menor noticia. Impresionante. Dejo algunos de los múltiples carteles que hablan de la antología, en los que hasta se puede se puede leer: "168 POETAS DE TODA LA REPÚBLICA"... y sigo flipando... ¡Ándele!:

Como te digo una cosa, te digo la otra...

Como te digo una cosa, te digo la otra, oye, bromas las justas, que vivimos en un pueblo pequeño y luego todo se sabe... y el zorolo, que es insufrible en lo del bar, que todo hay que decirlo, se ofrece como fórmula segura al partido que lo quiera... ‘pues móntate uno tuyo y lo llamas GLASNOT, coño’... y se enceporra... ‘que como te lo digo, eh, soy la puta fórmula del éxito... que el ciudadano haga lo que quiera y que yo me quede siempre con la raspa’... y en el fondo hasta puede que tenga razón, porque a otros se les llena la boca de dignidad y van a raspa triple. Lucía el Murallón su carcoma bajo este sol de abril excepcional e inexpresable –tan solo las tortillas sobaqueras son capaces de tales decripciones– y había un no sé qué de pasamanos en el Colón de siempre... ‘¿tú qué piensas de Béjar?’... ‘pues que es el paraíso, coño, un paraíso con sobra de gente, de mucha gente... el personal siempre se empeña en destruir y, si te va bien, eres un cabrón... si tienes éxito, es que alg

Dobleanillada y fotogénica.

Hoy, dobleanillada y fotogénica, una paloma blanca y espigada entró en los talleres de la imprenta y se posó sobre una mesa... hicimos corrillo, gozamos el encuentro, tomé algunas fotos y le dimos salida a la calle. Mi curiosidad, que suele ir más allá de lo anecdótico, me llevó a buscar el significado de tal suceso en los distintos augures, todo fuera de mi postura lógica: si una paloma entró en los talleres, eso significa que la puerta estaba abierta... ya en la red, encontré desde historias en la filosofía hindú que explican que un pájaro que entra en una estancia es una racha hermosa de suerte y riqueza, hasta el trágico resultado de que entrando una paloma es purita mala suerte y que si se posa en una mesa, como lo hizo, es síntoma de una enfermedad cercana... vamos, que me quedo, como siempre, con mi lógica de todos los días, la que me hace ser lo que soy: es que una puerta estaba abierta... pero el asunto dará para más si me pongo enumerador y caótico...

Notas de mi cuaderno de abril.

Busca el error en la obviedad. Aprenderás muchísimo. ‘Todavía’ es un término verdaderamente vital. Cuando tengo razón no suelo estar de acuerdo. Hay días en los que la muerte me parece increíble... otros días no. ¿El don de la amistad será hereditario? Cuando escribo no pierdo nada, me descargo. Mi suerte es que aún puedo asombrarme cada día... hasta de la estupidez. A veces uno se siente más seguro en minoría que llevando las riendas... es lo que le sucede ahora a los ideólogos de izquierda. Somos hombres libres sin posibilidad de decisión sobre casi nada. Todo lo virtual lleva a consecuencias reales... entonces la virtualidad deja de serlo. ¿Puede existir un instinto racional?... ¿y una racionalidad instintiva?... A veces lo libre no es digno... y viceversa. Cada día que pasa siento menos simpatía por mí... y un odio cerval a lo que soy por los demás. Me encantaría ser relativista, entre otras cosas porque no le gusta nada al Papa. Tolerar no implica que no te muestres

Sin mucho más que hacer esta noche...

"Geisha sobre azul" de la serie "JAPÓN 2211" Acrílico y tinta china sobre cartón. "Telúrica 1" de la serie "JAPÓN 2211" Acrílico y tinta china sobre cartón.

Notas de mi cuaderno de abril.

Aduanas morales para el arte y la literatura... eso es lo que quiere la idea neoliberal. Una de las máximas de la verdadera creación es la posibilidad de subvertir. El creador debe ser incorrecto. La creación no busca virtud. Va resultando insoportable la levedad del actual discurso de los intelectuales. Nadie se moja. El mal de nuestro tiempo es que todo se reduce a un eslogan. La gran ciudad parasita al creador como parasita al campo. Me alegro de no vivir en una. El lenguaje críptico somete... sospecho de los políticos y los escritores que lo utilizan. Vaciar una palabra de su contenido a veces es más delito que quitarle la libertad a un hombre justo. El fin justifica los miedos [de “No pasa nada si a mí no me pasa nada”]. Por el lenguaje conocemos... pero también desconocemos. Lo absurdo generalmente coincide con lo irracional. Cuando más necesito de alguien, es cuando ese alguien me falla. Usar la vida es lo que la hace vida.

¿Sería posible?

Cuando nos comunicamos, todo es tiempo, autorreferencia y referencia a lo otro... y nada más. Conociendo estos mimbres y dominándolos podemos establecer un discurso lógico con el que hacernos entender y explicar el mundo al otro o explicarnos a nosotros mismos. Y esto es fácil de comprender... no tiene demasiadas vueltas: tres herramientas que bien usadas dan resultados óptimos... pero aquí comienza el juego... ¿y si intentamos expresarnos procurando evitar el uso de esas tres herramientas?... expresarnos prescindiendo del tiempo, de la autorreferencia y de la referencia a lo otro... ¿sería posible?

La multilateralidad de todo.

Sí, mis gafas son mis gafas y me sirven para enfocar letras y objetos, para leer mejor y obtener la información de imágenes con más nitidez... pero en sí mismas son un instrumento sujeto a la multilateralidad que me sobrepasa por donde lo mire... con ellas puedo hacer el efecto lupa e intentar el fuego, puedo romper sus cristales y utilizarlos para herir o cortarme las venas, pueden ser objeto de arte bien o mal decoradas, servir de calzador o de diadema, se puede mover el café con sus patillas o hacer fotos deformadas desde su óptica... pero si nos vamos a sus mediaciones, mis gafas me llegan por medio del óptico que me las vendió, que a su vez las recibió por medio de un transporte desde las naves del almacenista, que a su vez las recibió del fabricante, un tipo con dinero que compró los pasta y metales, vidrio y otras materias primas... y sus máquinas de trasformación y fabricado... y todos consumieron energía eléctrica y se movieron gracias a la gasolina de las gasolineras que su