Cuando, de pronto, descubres un día que sabes exactamente lo que necesitas, entras en barrena, porque a la vez percibes que en ese conocimiento hay contenida una tragedia inconmesurable que radica en la sensación [casi siempre realidad] de habitar en el punto de no retorno. Cuando eso sucede, cuando sabes lo que necesitas, percibes a la vez que no habrá correspondencia de los seres y de las cosas hacia tu certeza y, por tanto, sabrás a la vez que no serás capaz de alcanzar satisfacción para tu necesidad. Es la historia del hombre… un camino de dones no apreciados y un monton de trochas abyacentes llenas de falta e insatisfacción. Quizás mi tristeza inagotable radique en que ya sé lo que necesito, sé dónde está y cómo llegar hasta ello… y sé también que circunstancialmente es imposible hacerlo. En mi camino he ido tomando elecciones y decidiendo descartes, he aprendido a estar en el medio que me he creado y a gestionarlo con respuestas acomodadas y cómodas… pero también he ido acumuland...
Bitácora de Luis Felipe Comendador