Es curioso cómo nuestra imaginación resulta ser siempre mucho más pacata y corta que la realidad que nos espera. Tendemos a marcar el tiempo imaginativo con la calidad real de nuestra corta existencia y sumarle un poco más, sólo un poquito más… No tenemos en cuenta el maremagnum de generaciones y locuras que nos han ‘hecho’ hombres modernos y dominadores del escaso medio que pisamos, la cantidad de muertes y vidas pasadas en un multicolor tragicómico, las enconadas ideas absurdas llevadas a su máximo, la estupidez de grupo y la preclara inteligencia de contados individuos. El hombre mata al hombre, viola al hombre, engaña al hombre, sojuzga al hombre, juega con el hombre… y de ello va resultando un avance increíble que aclara a pocos y aliena a casi todos. Y seremos otra vez la gloria, y volveremos a ser decadentes, y volveremos a pasar miseria, y cercenaremos otra vez cada uno de nuestros miembros, y oleremos la sangre y la carne quemada otra vez, y haremos algo mágico de nuevo, y sab...
Bitácora de Luis Felipe Comendador