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Mostrando entradas de abril 1, 2007

Dónde escribes y con qué escribes supone un 80% de tu éxito como escritor. [visitas]

Anoche llegaron Urceloy y Marisol y salimos a cenar con copita incluida. Yo andaba cansado y aguanté poco, que llevo unas semanas en baja forma. Me dejaron una deliciosa edición de Anagrama con textos de Paul Auster y pinturas de Sam Messer: “La historia de mi máquina de escribir”. Es curioso cómo en un corto espacio de tiempo me llegan textos sobre la escritura que se refieren a los ámbitos en los que se escribe [Fernando R. De la Flor] y a uno de los instrumentos de escritura más entrañables [Paul Auster]. (11:36 horas) Lo primero que hice al salir de casa esta mañana fue acercarme hasta la tiendita de mi librero favorito para reponer algunos títulos de mi cosecha y pillar tinta china para gastarla en mi libro objeto. Ignacio lo tenía todo, como siempre: cuatro ejemplares de mi “Amante discreto…”, cuatro de “Con la muerte en los talones” y tinta sepia, negra, mostaza y azul. Reí con él un rato [Ignacio tiene una retranca especial] y me vine corriendo a mi estudio como un niño con pin

Me encanta que hablen de mí los desconocidos. [reseña]

Poco acostumbrado a ver mi poesía reseñada o sometida a crítica [ni para bien ni para mal], me he quedado sorprendido esta mañana al descubrir en una búsqueda Google mi nombre junto a una crítica de J. A. Arcediano en la página de la revista “Caravanasari” [http://www.caravansari.com/imgs/Caravansari_p.pdf] en su número 1 del primer trimestre de 2006. Habla de un libro ya viejo que publiqué en 2004 [“Con la muerte en los talones”] y lo hace a partir de una buena lectura [o eso me parece a mí desde este subjetivo punto de vista de autor]. Dejo copia del texto de Arcediano por su valor de oasis y de oxígeno, y lo hago dándole las gracias encarecidamente por echar un rato en mis versos. Gracias, tío. [Con la muerte en los talones Luis Felipe Comendador De la luna libros, Mérida, 2004 J. A. ARCEDIANO Luis Felipe Comendador (Béjar, 1957) aborda una vez más, en su última entrega poética, Con la muerte en los talones (De la luna libros, Mérida, 2004) el tema de la muerte, confiriéndole import

Prefiero las saetas civiles y profanas. [lo abstracto]

Vinicius pone fondo a este descanso a medias propiciado por ese tipo que nos regaló una cruz y cuatro días de fiesta… y millones de muertos y millones de situaciones injustas y cientos de miles de dirigentes morales/inmorales y santos a patadas. Es otro día de doble moral con mi Magdalena hecha unos zorros y la nariz encendida de frío, con mi Mª Ángeles esclava de un patriarcado desfasado y de una familia de vacaciones, con los madrileños jodiéndome otra vez los aparcamientos, el café y el pan… Y me deleito en el último envío de Albertito Hernández [unos cuadros con textos que son nuestra memoria común de una tristeza] mientras Lázaro no acaba de levantarse y andar… ¡Anda, coño, anda, que pareces tonto! (13:43 horas) Salí a la calle un ratito para respirar hondo y vi pasar a gente de festivo con chaqueta y corbata. Béjar sigue siendo un ridículo universo de la apariencia y la doble moral: corbata para intentar llegar al día quince con un sueldo grimio o una pensión de mierda… corbata p

¿Cómo se le hace un marcaje al hombre a una mujer?

Empieza el día con visita de Manuel Santonja para rematar la corrección de su libro Premysa, una edición técnica y muy pormenorizada sobre la calzada romana en la ruta de la plata. Creo que va a quedar una edición potente después de todos los problemas técnicos y de gestión que se nos han presentado. Luego me abrieron el teatro Cervantes para que pudiera realizar unas fotografías con el fin de poderlas utilizar en la Feria de Muestras de Béjar y me gustó mucho la sensación que sentí ante el teatro vacío, sobre todo cuando aún perduraba en mí el recuerdo de Elliott en ese escenario. Chulo de verdad. Y el resto del día en asuntos profesionales de sede candidatural incluyendo golosa minisesión fotográfica con Ana Muñoz de la Peña [una delicia de mujer en todos los sentidos]… y encima sabe posar la jodía, que no me ha salido ni una foto mal. Mirando ahora las fotos de Ana me acuerdo con nitidez de su/nuestro tiempo baloncestístico. La moza le daba bien al basket y tenía los reaños de mezcl

Rimo últimamente en disonante.

Recibo con hambre el nuevo libro de Antonio Orihuela, “Antología poética para una política de las luciérnagas”, obra que recoge la producción poética del autor desde 1995 hasta 2005 [editada por Delsatélite]. Leo con delectación como si tuviera a mi lado al hermano moguereño y me encuentro dedicado y formando parte del poema ‘La cruzada de los niños’. He leído a la velocidad del rayo porque me apetecía de veras… y me ha encantado otra vez el verso de combate de Orihuela. Suerte y libertad [justicia] , compañero. Luego del baño Antoñito me metí con “Ergonomía de la lectoescritura”, una separata del boletín 59/60 de la Institución Libre de Enseñanza firmada por el admirable Fernando R. De la Flor. Otra delicia… y como dijo Fernando antesdeayer y dice mi narcisismo hoy: falto yo, falta mi espacio, falta mi luz… Espero que tome nota el colega helmántico y se acuerde algún día de este ‘podre’ asesino de palabras [es broma, Fernando… ¿o no es broma?]. Gracias a los dos, Antonio y Fernando,

A elecciones municipales, ganancia de cristaleros.

Agotado. Así estoy hoy. Y no por la calidad de las visitas, que vinieron a verme Diego Mesa con su periFapa y su buen rollo y el matrimonio de la Flor con su cosita chula de jóvenes/mayores [me encanta el “luc” tardorrapero de Fernando y la paz consorte que se muestra en sonrisas pares]. Un besote para los tres. Agotado. Que empezó el día con ataque papelero [con una papelera, coño] a la sede PSOE en Béjar y me jodieron parte del trabajo hecho… y me tuve que poner en marcha con cámara en mano para hacer fotografías con fines seguro/pago/cortoycierro, y otra vez a sacar imágenes, vinilos de corte y otros provotandos objetos. Agotado. Que el día se torció en un libro de cura. Agotado. Y coñodeprisadeprisa unas carpetas urgentes para llave de hotel nuevo. En fin… Agotado. Que en el escaparate roto estaban las huellas de mis dedos y de mis botas. ¿Seré malvado? No recuerdo yo en mi pueblo que se hayan roto cristales de partidos políticos [peor para el adversario siempre, que una agresión

Amar es un acto reflejo.

Mientras suenan los tétricos tambores de la movida turístico/religiosa en el exterior de mi estudio, permanece el eco del sobresaliente concierto que nos ofreció ayer Elliott Murphy en el teatro Cervantes de Béjar. Ojo, un concierto peleado por el colega Miguel Ángel Sánchez Paso [otro sobresaliente, éste ‘cum laude’] a pesar de que otros busquen en el trabajo de Miguel sus vacíos triunfos. Lo dicho, un auténtica delicia musical que degustamos a teatro lleno, con Elliott absolutamente generoso con un público entregado, bailón y determinadamente feliz. Me encantó ver a casi toda mi generación bejarana entre las paredes del teatro [algunos con el vientre algo sueltillo –debe ser la edad– y sin echarse el detalle de acercarse al excusado para aliviarse… cuatro hedorosos cuescos tuvimos que aguantar los de la fila tres con estoicismo y carita de ataque con gases lacrimógenos]. En fin, la edad tiene estas cosas… pero ni el hedor zángano aquel pudo nublar el éxito del poeta rockero. Yo gocé