Hoy dejo aquí uno de los poemas nuevos [que son raros de cojones por forma y contenido] que van conformando una unidad que quizás termine titulando “Hartazgo y hambre”. La historia está pensada como un camino entre onírico y carnal por el deseo. Os dejo esta tapita para ver cómo reaccionáis, que seguro va a servirme para centrarlo todo un poco [advierto que busco plasticidad, cierta impronta de morbo y una música rara]. COMERTE CON LOS OJOS Comerte con los ojos porque me están saliendo los dientes de leche y aún no son cuchillos, pero son incisivos y alumbran el marfil del proboscídeo que voy a ser en poco tiempo, ese proyecto anfibio que abre sendas y no sabe cerrarlas, que pasta en los paisajes de la carne siendo herbívoro y amo de su huella. Comerte con los ojos porque hay hambre y los pastos escasean por la falta de lluvias, porque hay necesidad y aún me resta energía en estos músculos ciegos que son como pistones o murciélagos. Comerte con los ojos porque hay un no sé qué de acant...
Bitácora de Luis Felipe Comendador