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Mostrando entradas de marzo 16, 2008

Ni lavs, ni Deo, ni nada.

Las flores lascivas que crecen en las manos son un buen argumento para la soledad y tendrá que ser otro el que diga cómo amé, porque estoy demasiado ocupado en conspirar contra los comisarios del mundo occidental y el frío se apodera de mí cuando descanso… pero hay nombres que arden, y me acerco a ellos para tomar calor. En la cama ya solo sé quedarme dormido y hablo de religión con los pordioseros mientras la gitana viste de negro absoluto porque se murió su hermano, y si pongo a prueba el amor, anoto un ‘date prisa’; y si paso despierto la noche, suspiro una impostura; y si me bendicen las beatas, golpeo mi cabeza contra el muro; y si enciendo un cigarrillo, descubro una telaraña de ayer… Ya he comprendido que vivir es una hermosa oportunidad para decir un poco más, pero en el bar Ana no es feliz, y me da miedo verla romperse y luego aparecer despeinada en el fragor de copas y clientes. Su imagen, por distante y cercana, por no pertenercer a mi vida más que por uno de esos paralelos

Los malos días tiene sabor a bilis.

Los malos días tienen sabor a bilis y te dejan los labios resecos y agrietados como un planeta muerto. Nadie se compadece cuando uno está árido y hay que poner distancia y buscar soledad con la que ser sin más la piltrafa segura, los huesos ciertos, la carne dolorosa. Y es que odio con saña la semanasanta con su doble moral, con su gente de fuera usurpando el espacio que ocupo cada día, con sus coches frenéticos, con sus santas compañas y su sangre de plástico… odio que mis lugares los ocupen zorolos estos días, pijos de golf y gafas, viejas de vela y velo, guiris de sorry y güisqui, viudas de pega y perro, santeritos blazier, capillitas bemeuves, salesianos inciertos, meapilas, lloronas, calzonazos, pellejos, damotas repintadas con pieles de becerro, curitas sin sotana y blancos alzacuellos, mamarrachos morados, cucuruchos siniestros, esquiadores lusos, constructores chulescos, gargantúas del norte, fantoches de Guijuelo, chulitos madrileños, cacatúas, pendejos, mochileros de mierda,

Un hermoso día del padre.

Jo, hacía meses que no se me escapaba una lagrimilla por estos ojos gastados y miopes, y hoy ha vuelto la humedad por culpa de mi You, al que se le ha ocurrido enviarme este mail desde la habitación de al lado: “Quería dedicarme a escribirte este e-mail en un día tan especial para desearte FELIZ DÍA DEL PADRE!!! FELICIDADES por ser a la vez un buen padre y fiel amigo. No tengo palabras para calificarte, porque posees muchas cualidades: buen corazón, buen humor, afectuoso, amable, solidario, paciente, generoso, sociable, simpático.... No he conocido una persona tan buena como tú. Después de mis padres, eres la única persona que me trata como si fuera tu hijo biológico. Todo lo que tengo y tendré os lo debo a ti y a tu familia. Deseo que esta amistad no termine nunca. Aunque te falle espero tu perdón y que me sepas comprender, ya que todos somos humanos y cometemos errores. De vez en cuando tengo momentos malos y me pongo nervioso, pero gracias a tu amabilidad y la alegría que me das se

Tarde publia, ovidia, nasona y urceloca.

Si alguien en el global planeta ignora el arte de amar, lea mis páginas y ame instruido por mi verbo. El arte impulsa con su electricidad y sus bytes las máquinas más leves y las más complicadas, el arte guía los mejores vehículos aún en terrenos escabrosos y difíciles, y el amor se debe regir por el arte. Fernando Alonso sobresalía [y aún sobresaldrá] en la conducción de bólidos y en el manejo de las publicidades; Aldring acreditó su maestría en el gobierno de la nave de los lunáticos, Venus me ha escogido por segundo confidente de su tierno hijo –visto el fracaso finisecular de Publio–, y espero ser llamado el Propercio, el Horacio y el Catulo del amor. Éste en verdad es cruel, y muchas veces experimenté su enojo, al igual que Publio; pero es niño, y apto por su corta edad para ser guiado. El guitarrón pampeano educó al jovenzuelo Ernesto Guevara, domando su carácter feroz con la cultura de la música; y el que tantas veces lideró a sus compañeros y aterró a sus enemigos, dícese que t

Catulina de abril.

Yo quisiera morir como Esquilo, de un golpe de quelonio [una tortuga, coño] caído desde las garras de un águila que volaba sobre él, porque los tipos grises debemos buscar muertes generosas y nada vulgares, muertes limpias que, como poco, den que hablar. ••• ¿A quién voy a a dedicar mi abrumada vidita vieja, recién arañada con árida piedra pómez? A ti, Abraham, y a ti, José Luis, y a ti, Belén, y a ti, Jesusote, y a ti, Antoñito: pues soléis estimar en algo mis naderías, ya desde que, únicos entre los hispanos, osasteis exponer el mundo entero en libros doctos, por Júpiter, y atinados. Aceptad, por tanto, como cosa vuestra el contenido de esta vidita vieja, valga lo que valiere. ¡Que ella, oh hados, perdure intacta e inmarcesible otros cinco años más, como poco! Y, de paso, contar que vino a verme a mi cuvecita Ada Salas con su niña y una tropa estupenda emeritense. Me hizo muy feliz recibirlos y besarlos.

Estética de uno que teorematiza.

TESTIMONIO EN PRIMERA PERSONA DE LA ESCUELA DE MILETO Yo, que cumpliré cincuenta y uno en el primer año de la Olimpiada China y aún no sé la fecha de la Olimpiada de mi muerte, soy contemporáneo de Uberto Stabile y de José Luis Morante, pero no soy fenicio –a pesar de lo que digan los modernos heródotos– ni sudaré en los certámenes gimnásticos, porque mi agorafobia me lo impide con auténtica disciplina [¿o era ‘displicencia’?… no sé]. A pesar de mis muchas cualidades, aún no percibo mi ventaja neta sobre los demás hombres, aunque fío en las predicciones que el rijoso de Teofrasto Bombast von Hohenheim hizo sobre mí [“Llegará un varón al sitio de Vigarra y será barbado, al igual que los habitantes de la Noruega, y tendrá en su sangre mezcla de la judía y la árabe y la cristiana, y contará con el saber de los druidas de Celtia. Su nombre dorará la Tierra entera sin fuego ni ruido de lanzas cruzadas y su verso será como el látigo familiar. De su paso quedarán huellas para las generaciones

¿Por qué te miran así, viejo?...

¿Por qué te miran así, viejo, si la luz es la de siempre y aún no has mostrado el corazón en tus manos? Lo hacen con ansiedad, como queriendo ver en ti al fanático que son ellos… si ni siquiera tienes resplandor, como los santos niños, ni pueden ver en ti coraje o habilidad para sentirse cercanos o curiosos. ¿Incapacidades?… Tampoco, que las ocultas bien. Lo mismo es que perciben que llevas el camino de la piedra, y ese vínculo es mayor que el de los árboles o el de las fieras… pero tampoco eres aún la piedra, aunque te aferras al suelo con tenacidad. Será esa gloria voluptuosa que presienten en ti… ¡Infelices! Ten paciencia y no hagas caso de sus miradas, viejo F, que contienen el falso resplandor y terminarían destruyéndote, no te creas nada que no venga de ti mismo. Sigue siendo el de los hombros caídos, el que da la espalda a las sonrisas, el solitario que sabe inquietar y se inquieta. Sé lo que hacen porque yo también lo hice, viejo… sé hasta dónde quieren llegar… conozco sus trai