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Mostrando entradas de abril 8, 2007

Siempre las tuyas y dos más... [póker de damas]

Celebré la entrañable onomástica de la República Española cenando con cuatro amigos en la bodeguita de mi socio Ricardo: Risotto de hongos, guisado de langostinos, codorniz rellena de trufa, buen paté y postre delicioso… Café, copillas y una partidita de póker de las de antaño [hacía la friolera de veintitantos años que no jugaba una partidita de póker]. Y disfruté como un crío chico con mi ratito de gloria [un póker de damas] y mi hundimiento Titanic con un jodido full de sietes y reyes… Una noche perfecta con unos colegas majos de verdad, con conversación chula y con mi abuelo Felipe en la memoria [disfruté por ti, abuelo]. Nos retiramos a eso de las 05:30 de la madrugada con cierto dolor de cabeza por el tabaco consumido y esa copilla de más que pone clin y ardores. No me gustan demasiado estas salidas de mi norma diaria, pero ayer/hoy lo pasé francamente bien. Gracias, Ricardito. (18:05 horas) Hoy, antes de comer, como una obligación civil y familiar, realicé el rito de la tribu [d

Nuestra memoria es su castigo.

13 de abril de 2007 Vino Antonio G. Turrión de las Islas Británicas cargado con un regalo chuli, una antigua edición en inglés de la obra de William Shakespeare [“The Works of William Shakespeare”, tomo ocho] de la firma Whitehall Edition [gracias mil por el regalote, compañero]. También me cursó invitación de su lectura poética en Madrid, de la que dejo nota por si alguno decidiera perderse por allí: Lunes, 16 de abril, a las 20:00 horas en el domicilio social del Hogar de Ávila, que está en la calle Caballero de Gracia, 18. Aviso de que habrá copita de vino epañol al final del acto y que lo presentará el gran José Luis Morante. [Mi celebración particular del día de La República Española] Por otro lado, ando revisando en los papeles de mi abuelo Felipe algunas pistas sobre las que sentir al hombre que me ha puesto norte, nombre y voz durante estos años de vida. Diré que mi abuelo, Felipe Sánchez Barbero, fue robado de su barrio junto a otros dos bejaranos, justo en la Plaza del Solan

La autoridad en el principio de todos los finales.

Admiro de los sacerdotes ese extraordinario poder de convicción con el que hacen tragarse a la plebe sus increíbles historias… Un tipo que resucita o que anda sobre las aguas o que multiplica panes y peces o que hace andar a un impedido… Y el Cielo, el jodido Cielo con sus parcelas para bondadosos, para fieles, para vírgenes, para castos, para caritativos… Es admirable que estos tipos hayan hecho profesión de la fe, de la necesidad del personal y de la buena voluntad del gentío. Un diez para ellos por ganarse la vida desde ese misterio que, si no da risa, da auténtico pavor. Y luego, en el siguiente punto de mi lista de tipos para admirar, están los amantes de la autoridad [los que disfrutan sometiéndose a ella y los que la llevan como un arma con la que asestar palos]. Sumisos unos y bien estiraditos los otros, cagones los primeros e hijoputas los otros… Me admiro ante ellos, y son tantos. De Tontopoemas ©...

Habla como piensas y te taparán la boca.

¿Por qué caemos mal o bien incluso antes de que se tengan datos sobre nosotros? Todo química, pura química. Es lo que somos, una azarosa combinación de elementos químicos que se atraen y se repelen, que se necesitan y reaccionan. Somos menos que nosotros mismos y mucho más que lo que podamos imaginar. Ayer vi una mujer sentada en un banco del parque mientras llovía… ando imaginando una historia que la contenga o que la atrape. De Tontopoemas ©...

El agua de los ingratos no quita la sed. [ingratitud]

Si me paro a pensarlo detenidamente, quitando a mi familia, los que me han querido de verdad [porque yo lo he sentido así] han sido en su mayoría personas singulares que no encontraban en el mundo más que desprecio. Los otros mil ‘amigos’ siempre han crecido al amor del interés [y yo lo he percibido siempre, que no soy tonto del todo]… buscando la edición, la reseña, la buena crítica, el halago, la recomendación, puertas abiertas, cama, comida, vinos gratis… Mi ventaja es que he sido capaz de verlos venir y pasar, de darles lo que querían y sentir luego su forzada sonrisa y su vacío… Siempre, y no es autohalago ensimismado, he sido profundamente generoso con quienes se han acercado a mí a pesar de que tenía muy claro su interés y su desprecio escondido. En mi generosidad crezco y eso vale sobradamente mucho más que los desaires en los que esos pequeños malvados no perciben que los que realmente pierden son ellos. Sí, he dado mil espacios y multitud de bocanadas de oxígeno a esos ingrat

Los burgueses decoran. Y ya es algo. [burguesía]

Existe aún una burguesía de imbéciles que se lleva las manos a la cara y lanza gritos al cielo cuando una idea innovadora, descarada o crítica es lanzada estéticamente hacia los ojos, los oídos o las manos. El mal está en ellos, en su pacata mirada, en sus oídos sucios y en sus torpes apéndices. Existe otra burguesía, más formada, que reduce todo a unos esquemas culturales vigentes y aceptados. Esa burguesía copa los periódicos, las revistas mediocres y algunos medios de comunicación de masas. Son nefastos porque ponen vendas en los ojos ajenos, vendas iguales a la que ellos llevan en los ojos. Hay una clase de hombres que no precisan más que en casos muy sobresalientes acudir a la conciencia. No son burgueses ni podrán serlo nunca. Ellos mueven el mundo y lo modelan sin que el mundo quiera. De Tontopoemas ©... * "Aberdeen Mississippi blues" de Booker White.

Falla el sistema porque tú fallas... solo por eso. [elecciones municipales]

No es maravilloso el mundo de los hombres… y menos cuando se acercan unas elecciones municipales con su vorágine de carteles y mensajes falsos por su generalidad y sus palabras en letra gruesa. Y el error fundamental radica en que los prohombres [entre comillas] y las promujeres [faltaría más] no responden a la decisión convocada por los ciudadanos, sino que llegan desde la guerras interesadas de los partidos, guerras en las que solo se ponen en valor circunstancias como la antigüedad en las poltronas, los agradecimientos pacatos, la suma de apoyos en base a una ley extraña de oferta y demanda y, cómo no, la jodida y mal pensada cuota femenina [no me tomen por misógino a partir de esta afirmación, que mi postura es la de que la igualdad está en la cabeza y no en los gestos obligatorios ni en la imposición de cuotas absurdas]. Sólo pueden acceder a la opción del sillón representativo los que pertenecen a una secta [por norma con un funcionamiento piramidal y absolutamente antidemocrátic