Sarao arquitectónico para inaugurar el nuevo estudio de José Luis R. Antúnez, y a lo grande, que el niño ha hecho ya empresa con fundamento y estas cosillas hay que concelebrarlas porque sí, porque la vida debe tener estos ratinines para empujar los próximos empeños laborales. Hasta se mereció un soneto savonarólico. Y nada, que el anfitrión se avino emocionado con un dos piezas cremita atusado con corbatón bluesero [estaba como más alto el jodío, y que no era para menos] para hacerle contraste a su musa, de elegante oscuro [preciosa]. Y para la crónica social, queden los contrastitos republicanos castañocanos frente a las premoniciones quenoganamos del diestro Riñones, el porte mexicano de corrido y Lucero junto a la camiseta marinera milrayas de un Garrido de calle, la sonrisa contenida y contusa más Hernández frente al look neoaznar de la postcultura, dos mohínes Mercedes conteniendo la seriedad Molina, merienda presociata de calderas y anas frente a danzas Segade de Gecobesa y ques...
Bitácora de Luis Felipe Comendador