Dijo el finado Miguel Delibes un día que el escritor muere antes que el hombre... y yo apunto un ‘si no tiene suerte’. Que tus potencias se extingan y lo sepas, que las veas venir y seas consciente de lo que eso supone, debe de ser muy duro... he dicho tantas veces que la vejez es fea... En el entretanto [mientras viene llegando la muerte del escritor malo que soy], copularé cada noche con las conjugaciones instintivas, las abriré de piernas y las intentaré poseer con furia, pensaré en la necrópolis de letras que debo dejaros y no me vencerá el cansancio, pues tengo la lengua empecinada en batir la saliva... y el pulso no me tiembla ni una sola noche [hasta la fecha]. Deben crecer historias como látigos, poemas como dardos pequeños y feroces, aforismos con toda su carga de nata y metralla... yo lo necesito igualito que necesito el oxígeno o que alguien me sonría cada día... quiero acabar el mapa de mi isla sin acabarlo, descubriros los nódulos donde soy y perezco, enseñaros mis deudas,...
Bitácora de Luis Felipe Comendador