Me preguntaba hoy, después de darle un repaso a la prensa y ver las noticias sobre el doping en el deporte español, si se podría hacer algo similar con el sucio mundo oficial de la literatura, si la Guardia Civil podría entrar de pronto en los domicilios de algunos escritores conocidos y buscar sus ‘relaciones dopantes’ con las distintas mafias literarias que mueven los dineros de la cultura oficial y canalizan a autores mediocres a los fluidos medios editoriales, a las domingueras sesiones universitarias y hasta a los libros de texto que estudian nuestros chavales... requisar sus ordenadores para encontrar textos prediseñados con razones de mercadotecnia, textos robados con descaro a otros escritores oscuros, nombres de agenda con los que seguir el hilo a premios y jurados con nómina y órdenes preclaras, seminarios, encuentros, clases magistrales, ediciones magras, colaboraciones en prensa muy bien pagadas, desplazamientos masivos a ferias internacionales del libro con gastos pagados ...
Bitácora de Luis Felipe Comendador