Otra vez este dolor lumbar que es previo a no sé qué... mientras suena ‘Azzurro’ para intentar quitarme lo gatinín y transformarlo, aunque sea, en perrete... y es que los días de nieve me dejan aterido hasta el ánimo. Enero va a su ritmo, que suele ser parada total en todo, y a mí me agota el tiempo libre, así que me entretengo con una nueva relectura de Oliverio, entreverándola con las ‘morerías’ de mi amigo Elías Moro, que me ha enviado un cuadernito precioso con 99 de ellas... ‘Mecidas por el viento, las espigas dicen no’, leo... y me traslado a un campo de espigas con cierta desazón, porque mi cabeza se va llenando de pensamientos limpios... y allí los surcos, como recién peinados, me saludan porque sospechan lluvia y yo pido silencio con los ojos... y siento una presencia que mana como un refugio, y hay un algo de trenes en los surcos, un algo de trenes y estaciones donde alguien que no te conoce te da las buenas noches... y siento inevitables las venas y los brazos, las c...