La jornada fue fría de temperatura, pero hubo calorcito en el encuentro del Palacio de Anaya, donde me encantó ver a Celestino Miguel, a Mayca, a Jesús Málaga, a Floren, al Paco de la eterna sonrisa inteligente y, cómo no, reencontrarme con Orihuela y Mar, con los hermosos de la Flor, con Manolo Ambrosio y un montón de gente conocida y nueva… y, como siempre, me fui del guión sobre el que había trabajado durante dos semanas, y lo hice, también como siempre, a la primera de cambio… no obstante, al llegar a la zona alta del patio interior de Anaya, me quedé perplejo al encontrarme con un “victor” bajo el que figuraba el nombre de mi amigo Paulino Matas Gil con fecha de 1988… perplejo es el término exacto, sobre todo porque Paulino y yo empezamos nuestros estudios universitarios en 1974, y esa diferencia de 14 años en la pintada académica no me cuadraba de forma alguna… en fin, enhorabuena al amigo si es que tal señal de éxito se refiere a él, que no lo sé… como digo, de esa perplejidad m...
Bitácora de Luis Felipe Comendador