Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de septiembre 16, 2012

Epistolaria 1

¿Dónde está la España del milagro económico, Luis?... ¿dónde cojones está?... por aquí me preguntan constantemente por eso mientras sonríen... ¿y aquellos tipos que se compraron pisos y cocheras para dejar de trabajar y vivir de las puñeteras rentas... y todo con dinero prestado por la banca?... ¿quizás están todos en la miseria o acercándose a ella?... ¿y los españoles cabreados?... ¿dónde están esos españoles que permiten que les gobierne un tipo gris y mentiroso con mayoría absoluta?... aquí se ríen de todo eso, amigo, se ríen mucho... se ríen porque lo ven con distancia y tienen muy bien enfocado lo que está sucediendo... ¿dónde están los servicios públicos parados, las calles llenas de gritos y pancartas?, ¿dónde el cabreo bien tramitado para conseguir que las cosas tomen el camino del cambio?...  Aquí, amigo, hay ya más españoles que España, gente joven bien preparada que trabaja con efectividad y hace crecer este país mientras el suyo se ahoga, jóvenes que ganan menos de l

Gringo Lucho

Ando pensando (tengo un amigo que cierta vez me dijo ante este mismo comienzo... ‘dos gerundios, amigo, qué mal te expresas’... y yo le contesté ‘un presente de indicativo de la primera persona del singular y un gerundio, colega’... y él me espetó... ‘no digas tonterías’)... decía que ando pensando que, en el actual estado de las cosas, procede cierto perderme de vista de mí mismo, una toma de distancia para intentar ver con nitidez el actual descendimiento personal y colectivo... y que no se me ocurre otra cosa que buscarme un alter ego que claramente sea yo, pero que se llame de otra forma distinta a mis anteriores y semifallidos alteregos... y conste que ya ensayé el ‘CUMEN’ dibujero, pero no me parece definitivo ni definitorio... y menos tomador de distancia desde mí hacia mí. El caso es que llevo unos cuantos días dándole vueltas al asunto alteregante y, por fin,  he dado con un nombre capaz de ser lo que no resultó en su día el ‘viejo F’, ni en su postdía el ‘CUMEN’.