Cada día soy más de la fórmula hedonista de moral que enunció Nicolás de Chamfort y que reza: “Goza y haz gozar, sin hacer daño ni a ti ni a nadie, he aquí toda moral”, y lo soy porque cada día entiendo menos el ‘sacrificio’ personal anudado a los perfiles de sufrimiento, eso del ‘sufro para salvar’ me parece un absurdo propio de quienes pretenden confirmarse –afirmarse– como ‘héroes’. Gozar salvando sería mucho más adecuado, pero, claro, si gozas en el proceso de salvación, lo de ‘héroe’ lo llevas bastante complicado, dado que la heroicidad precisa indefectiblemente del sufrimiento para el gozo. La vida nos pone ante el mundo y nos reclama actitud en el paso. Desde este punto, puedes plantearte se un ‘triste’ y armar tus estrategias como tal, llenándolo todo de seriedad y esfuerzo trabajado (sufrido), intentando así ‘ser’ sin gozo del paso o solo con el gozo del posible reconocimiento a futuro. Por otra parte, puedes plantearte gozar de todo lo que se pone ante tus ojos y hacerlo con ...
Bitácora de Luis Felipe Comendador