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Mostrando entradas de octubre 9, 2011

"Como Dios manda"

Leo ahora mismito que Rajoy promete una política económica “como Dios manda” e inmediatamente me pregunto cómo es una política económica “como Dios manda”... ¿Quizás consiste en recuperar la caridad como valor de uso social?, ¿que la curia viva de maravilla y se lave la conciencia con limosnas?, ¿que los bancos sigan el modelo de la zorola Banca Vaticana?, ¿que se cobre por entrar a los edificios públicos igual que se cobra por entrar al Vaticano?, ¿que se hagan concordatos con las multinacionales y con la gran banca y se les exima de impuestos?, ¿que se instaure el Domund como día nacional de caridad y los ciudadanos salgamos a pedir con huchas en forma de cabeza de albañil?, ¿que se hagan misas diarias pidiendo por los que pierden sus casas al no poder con las hipotecas?... ¿es eso?... pues si no es eso, que nos lo explique con detalle, coño, que se va a llevar el gato al agua sin sudar mientras los ciudadanos gansos no vamos a saber para qué...  “Como Dios manda”... tiene guas

La hermosa sistemática de la decadencia

:: UNO :: Mi barrio es una sed destartalada que se ha ido vaciando con los años en un charco de esquelas permanente, una sed numerada a mano libre o con troqueles viejos de cantero. Su suerte es algo trágica y morosa, pues es campo de tedio sin esperas; su destino cercano es de panteras (o de arañas y moscas), y su rumbo seguro es el naufragio. Yo lo paseo a diario con esa voluntad de los vencidos que buscan en las ruinas un refugio donde pasar el tiempo hasta que escampe... y de ese pasearlo obtengo un limo que va depositando en mi cabeza un estrato angustioso y decadente.  Mi barrio algunas veces es Corisco –los días de guardar, las fiestas grandes– y muestra sus ruinas sin vergüenza...  Algunas tardes pienso en alejarme de este desastre quieto y ser del mundo... pero luego comprendo que este espacio es mi espacio fatal... en fin, mi barrio. :: DOS :: :: TRES :: :: CUATRO :: :: CINCO :: :

Cromatografía local de la crisis

CARTELÓN DE ANUNCIOS BEJARANO Fotografía realizada esta mañana De izquierda a derecha 1. Esquela de un hombre de 84 años 2. Cartel de yoga que reza escrito a mano en la parte superior: "empezamos las clases el mes de octubre noviembre" 3. Esquela de una mujer de 92 años 4. Esquela de un hombre de 91 años 5. Cartel de peregrinación a Fátima Nota: el mismo cartelón ayer anunciaba dos muertes y antes de ayer otras tres muertes... y esto en un pueblito de 14.000 habitantes... voy a tener que hacer un seguimiento fotográfico diario de este cartelón para ver cómo respira la crisis.

Pax pacem...

Añoro el campus universitario, sin cabras, con muchachas que pax pacem en latín, que meriendan pas pasa pan con chocolate en griego, que saben lenguas vivas y se dejan besar en el crepúsculo (también en las rodillas) y usan la cocacola como anticonceptivo. Homero o semen. Inútilmente. Las gárgolas manchaban el turquesa del cielo salmantino, y yo compraba pan bajo las conchas (y un bartolo) y escuchaba a Cafrune como una soledad en el balcón colgado de mi casa en La Rúa, una habitación sucia con un camastro y una mesa pequeña para todas mis cosas. A las cuatro salía a La Latina, si había dinero, para tomar café y echar la tarde en pellas y revistas ‘Madriz’ de trazo grueso. No quería ser nada ni nadie, pero el tiempo me hendía en dondiegos de noche y drosophilas melanogaster dormidas con sus ojos rojos dormidos y en el papel de estraza para secar las plantas en la prensa casera. las muchachas paseaban con carpetas enormes y con lazos a juego con sus vestidos vaporosos y No

Carta al viejo F después de leer a JB

Sopla el viento hoy, pero aún no aparecen nubes que se encaramen a los montes cercanos. Se está metiendo el otoño y trocará de golpe toda la vista hasta el horizonte y, viejo, este mudar de tonos te llega más al alma que ver cómo se cambia de vestido tu amada. De una doncella gozas hasta un punto que no supera el codo o la rodilla. ¡Cuánta más dicha en la belleza ajena al cuerpo, a salvo del abrazo o la perfidia! Es por todo esto que te escribo, viejo. ¿Y en la capital?... ¿te hacen blanda la cama o resulta dura?, ¿qué es de los políticos y sus mesnadas? ¿Siguen aún con sus intrigas?... Con ellas siguen, imagino, y con sus gulas. Me encuentro en mi despacho, arde una tea. Sin una mujer, sin siervos, sin afectos... y en lugar de los pequeños y grandes de la Tierra, suena en concierto un zumbar de tres moscas tardías. Viejo, aquí yace un escultor, un hombre de valía; era hábil, aunque fuera discreto. Murió deprisa y todo su trabajo vino a acabar en esto. Junto a él yace un le