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Mostrando entradas de abril 15, 2007

Madrid y su millón de muertos.

Madrid es una ciudad de chulos por cojones que no se pueden ver entre la mixtura de gente interesante que deambula por sus calles… como Salamanca es una ciudad de tratantes de ganado que se ven por todas las esquinas helmánticas mirando lo culos extasiantes de norteamericanas becadas y rubísimas. Y Madrid es para ir con gafas de sol oscuras que filtren con sabiduría las infinitas emociones que se meten por los ojos cada jodido segundo capitalino [Salamanca es mema en eso, pues en vez de unas gafas de sol debes ponerte una venda tupida y apretada]. Estuve en Madrid, sí, y pude volver indemne a pesar de los túneles chulescos con olor a mazmorra moderna y las promesas de soltar la teta al aire de la procoima bizca Esperanza Aguirre [miedo me daba encontrarme con esa pezonería al doblar cualquier esquina]… El caso es que me presenté en Rivas a los postres para ver a mi eterno Morante [antes me había metido entre pecho y espalda un bocata de atún con queso caliente entre pan de aceitunas en

Los hombres se visten por los pies.

* [Para los que anden perdidos mañana [viernes, 20 de abril] por Madrid, presentaré el libro de inéditos de Aníbal Núñez junto a Germán Labrador y Fernando R. de la Flor. Será en el Ateneo de Madrid a las 21 horas. Me encantará saludaros si aparecéis por allí] De Tontopoemas ©...

Rectificar llena de aire fresco los pulmones.

A primera hora recibo mail de José Ángel Cilleruelo explicándome las razones de su silencio y el desencuentro que yo creí que existía entre nosotros [él no tiene constancia de la llegada de mis mensajes escritos y telefónicos con relación a los materiales creativos de Rafael Pérez Estrada que obran en mi poder]. El caso es que en su día yo me ofusqué por su falta de respuesta y despotriqué en una entrada de este diario contra él, circunstancia por la que le pido públicas disculpas, reconociendo mi impulsividad desatada y su buena voluntad en este asunto. Reitero aquí mi absoluta admiración por la excelencia creativa de Rafael Pérez Estrada y mi voluntad de que todo el material que poseo de él sea de disponibilidad absoluta para ser mostrado de cualquier forma y en cualquier soporte, sin más interés por mi parte que el divulgativo, y aprecio también en lo que valen las palabras de afecto de José Ángel Cilleruelo y su disponibilidad. Gracias, amigo, y pelillos a la mar. Eso sí, queda pen

Despreocuparse es vivir mejor.

El destino es un uso de la mente para procurar descanso a las elucubraciones existenciales, por eso yo no creo en el destino más que como en un placebo capaz de procurarme arreglitos puntuales y sonrisas. Con la tinta me sucede lo mismo, me sirve para dar forma a los pensamientos y sacarme de abismos mínimos, pero en sí misma no contiene más valor que el que pueda salir de mi mano. El destino y la tinta, dos nadas para llenar el tiempo con despreocupaciones. (15:43 horas) Siempre nos movemos en un juego de ascenso/descenso, de querer ser y de querer no ser, estar y no estar, parecer y no parecer… de ahí quizás la idea de Dios y el Diablo, el valor de la duda y la dualidad, porque nos complace tanto ser fantásticos como perversos, listos como tontos, perfectos como imperfectos. (17:59 horas) Como un resplandor, junto a la tormenta de esta tarde, me llegan las tardes don Mariano con su jodido estiramiento de patillas y los capones de nudillo solitario, las tardes de permanencias con cast

La luz de Dios es negra y sórdida.

Hay una clase de hombres hechos para el trabajo, hombres que se pueden modelar al gusto de los poderosos, acostumbrados a recibir órdenes y a obedecer sin hacer ni hacerse preguntas. Esa clase de hombres alguna vez levantó la voz y produjo sangre propia [mucha] y también ajena [menos]. Sus levantamientos apenas produjeron resultados que cambiasen el rol de los poderosos y los sometidos, aunque sí lograron cambiar la forma, haciéndose ese sometimiento mucho más sutil. Hay otra clase de hombres que no se someten jamás a pesar de tolerar la situación [entre otras cosas, porque no pueden hacer nada para cambiar el mundo], son los tipos creativos, los que vuelcan su vida en el arte, la música, la literatura… Su postura siempre está por encima de los sistemas [o por debajo, que depende del sistema al caso]. Ellos [no hablo de los que están en lo creativo por dinero, que son casi todos] guardan el espíritu humanista con fidelidad y lo alimentan. No se integran, pero aportan espacio donde crec

Los presagios son la luz de lo que quieres.

Viajando hace un par de días desde El Barco de Ávila hasta Béjar, tuve la suerte de poder conseguir esta toma de un arco iris perfecto. Fue como un presagio de que iba a encenderme y se me vino a la cabeza aquella época de las borgianas descripciones caóticas que tanto indicio me alumbran… La mujer que se peina ante un espejo, el árbol seco junto a Palacios y Becedas vestido de cigüeñas todo el año –ya no existe–, la cruz de un tal Sendín que es un martillo, las bambas de Castaño –eran de nata–, el plisado en las faldas de las chicas con cuadros escoceses, la ventana de casa abierta siempre, el pan caliente en Rosi, la ducha descarada de la vecina lúbrica, unos pantys de nylon tendidos al oreo, El Jabato y el Pumby siempre en la librería Márquez, el bacalao reseco del bueno de Felipe, la bolera Antolín, el boxeo Hontiveros –padre–, leche y azucarillos en el Casino Obrero, la comunión de todos, el teleclub, la misa de sábado cantada por los preoroviejo, The Boris y Gerardo, la mano desc