El cuerpo otra vez, el cuerpo con esa sensación de malabares que llega en los otoños, con ese recordarte [por si acaso] que tienes una garganta y dos pulmones, que hay un algo ancestral que te protege de esas microinvasiones generales que llegan con el frío. El cuerpo otra vez, como ya digo, espasmándose en toses y tiriteras, jugando a estar quebrado en lo pequeño y bastante a disgusto. Ya conté alguna vez que me gusta este estado pasajero de malestar, que lo disfruto mucho porque me hace atender a que estoy vivo a pesar de las flemas y los ayes, me gusta percibir que el lacrimal aún tiene líquidos, que hay músculos pequeños en el cuello que nadaban sin más en el olvido, que hay una geometría en los riñones y algún gozne secreto en las rodillas... Vamos, que estoy pillando gripe o catarrete, que no sé qué será, y tengo sudor frío y un singanas, y bostezo y camino dobladino como en un acurruque, que siento en algún tramo ganas de vomitar y no lo hago... y que voy a ponerme una manta est...
Bitácora de Luis Felipe Comendador