Apenas pude dormir esta noche, pues el dolorcillo se ha ido y ha llegado una suerte de vértigo interior en la zona lumbar que convoca toda mi atención cuando intento reposar... y que se ha sumado una pequeña crisis cistítica que me da que ha llegado de manos de la debilidad traída por los jodidos anti(i)nflamatorios... el caso es que a las siete ya estaba de pie y dispuesto a olvidarme del cuerpo como fuese. Corrí hasta mi estudio con la amanecida y en un acto reflejo, sin saber por qué, puse a todo volumen a Catherine Sauvage cantando a Boris Vian... una y otra vez, a todo volumen, una y otra y otra y otra vez... fue una forma perfecta de ir entrando en una calma hermosa que me llega hasta ahora mismo. En un ratito iré con Ángela a preparar las bolsas de bienvenida para los asistentes a “Voces del extremo” y todo empezará a desatarse y a seguir su curso arraudalado o tranquilo [ya me da igual, pues creo que el trabajo de gestión que he realizado ha sido correcto y no debo darle más vu...
Bitácora de Luis Felipe Comendador