Me he puesto una fíbula en la bragueta porque se rompió la cremallera del pantalón y no tengo ni para otro pantalón ni para el coste modistero del arreglo... la fíbula es preciosa, una magnífica antigüedad romana de la zona de Emérita, y le va a mi bragueta de perlas, ya que deja un par de espacios intersticiales para que el aireo del goloso funcione de continuo... ‘es lo bueno de haber tenido siempre curiosidad por las cosas y coleccionarlo todo...’, me digo.
Bitácora de Luis Felipe Comendador