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Mostrando entradas de septiembre 23, 2007

El respeto de Hamilton.

Hoy me apetece darme un baño de prosaísmo deportivo [algo que le sorprende siempre a mi amigo Higinio –‘madridita’ de pro– , allá en su idílica Mallorca –un saludo, colega–], y voy a ponerme algo juligan: Entre mis defectos de uso está el de seguir con cierta frecuencia la Fórmula 1, asunto que debo anotarle sin sonrojo a Fernando Alonso, pues antes de él no tenía ni puta idea de este tipo de competiciones. Ahora gozo las carreras de los domingos y extiendo la hora de comer para poder degustarlas. Esta pequeña manía, que se ha convertido en gusto, me ha llevado a leer todas las semanas los comentarios, las declaraciones y los datos técnicos que preceden y siguen a las carreras, de los que he sacado algunas conclusiones pequeñas que ando intentando extender a un trabajo poético. Hasta hoy, nunca había hecho comentario alguno en mi diario sobre esta afición deportiva [ya que la guardaba como una de esas chispas sin importancia con las que pillas ánimo y relax], pero hace un ratito acabo

Derrotado y cautivo...

Es realmente fantástico que un poeta diga de sí mismo que es un francotirador [hoy lo he leído en una poética escrita por Manuel Rico], y es fantástico porque es una afirmación neta de lo que debe ser la poesía: cosa de francotiradores. El problema particular es que Manuel Rico también es crítico [y de ‘Babeblia’, nada menos], y me resulta muy difícil poder conjugar en estas circunstancias el verbo ‘francotirar’ si no va unido al inescrutable verbo ‘francorrecoger’. Hace demasiado tiempo que no trabajo sobre la figura del crítico, y mucho más del crítico metido a ser juez mediático y parte francotiradora. En este caso se da la circunstancia de que el crítico me gusta [con sus altibajos] y el poeta no me disgusta… ¿qué hacer, entonces?, ¿qué decir? Ya está: que Manuel Rico me interesa como poeta y me interesa como lector que comparte sus lecturas. Lo que más me molesta de todo esto es cómo noto en mi cuerpo y en mi cabeza que algo está cambiando, que he perdido acidez [y, por tanto, fre

Las soledades que saben agradecer la compañía pequeñita.

Cuando Paquito Ortega me dijo que somos soledades que saben agradecer la compañía pequeñita, ya andaba el concierto Serrat&Sabina con el pirata cojo con pata de palo, con cara de malo… Yo me quedé pensando como colgado entre las palabras sentidas de mi amigo y la letra machacona de la canción… el pirata solo, con cara de malo, sin pata de palo… el pirata cojo, con cara de malo, con pata de solo… el pirata rojo, con cara de solo… Me divertí como hacía meses, disfruté de mi gente especial, salté, grité, bailé y pillé cierto puntito entre cándido y salvaje… el pirata solo, con cara de raro. Entre la multitud –que lo era– me topé con un poeta antiguo del que no pude recordar el nombre ni antes [ayer] ni ahora [iba con una moza que se empeñó enseguida en dejarme claro que era la directora de Tribuna… encantado, coño, encantado… y salí pitando, que me da canguelo todo lo que huele a prensa]; achuché a Paco Novelty y a su eternamente bella Marina [una dulzura mágica la de esa mujer], fumé

Jo con la Huete...

Sé que pareceré un payasín y un gilipollas, pero no puedo resistirme a copiar aquí las palabras que hoy me dedica mi Isabelita Huete [http://isabelhuete.blogspot.com/], que son sencillamente palabras de amor, un amor especial y totalmente correspondido, un amor sin feromonas ni hostias, de los de verdad, de los que tienen vocación de eternidad. Querer como ella quiere es todo un homenaje a la amistad verdadera y al humanismo más chulo… yo intento alcanzarla, pero no sé si lo consigo. Va: “L.F. Comendador, el "Comendatore" Después de varios días sin escribir porque he estado metida en la tarea de diseñar y maquetar un catálogo de pinturas de José Mayoral (http://diogenesbitacora.blogspot.com/) para enviarlo a México, retomo el blog para hablar de alguien a quien tengo un enorme cariño, vamos, que lo adoro: Luis Felipe Comendador. Conocí a Luisfe hace ya... como 10 u 11 años, quizá 12, que no es poco, en una reunión del Círculo de Bellas Artes convocada por Uberto Stabile (est

Piranésica bejarana.

No que voy a pillar mi café diario y me encuentro PdT tomado por el fresquito personal ‘Comarq IV’ metido en sus vinitos y tal [Pascual], y me digo: ‘Algo pasa y no puede ser malo’. Efectivamente, no era otra cosa que el Piranesi bejarano acababa de entrar en la capilla de los tomados por los cuarentaicinco. Me invitó al café [no era pa menos] y me dejó la tarde como simpática, por lo que se ha ganado la triste mofa que sigue [mofa a la edad, que no al tiralíneas molón que la lleva] JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ ANTÚNEZ GASTA YA 45 Ya estás en el descenso, José Luis, y no es cosa de broma, te lo juro, pues de aquí hasta la muerte queda un duro periplo para el bicho de hacer pis. Otras cosas verás en esta merma arrugarse ‘per se’, que Dios lo manda, e igual que quien gatea al final anda, verás perder la fuerza de tu esperma. No temas tal fracaso de tu hacer ni tiembles ante el no de tus potencias: Enciérrate en las cartas y el anís o busca en esos libros del saber las más sofisticadas referencias

Maite no conoce la poesía de Hank.

La ‘Confesión’ de Bukowski “Esperando la muerte / como un gato / que va a saltar sobre / la cama // me da tanta pena / mi mujer / ella verá este / cuerpo / blanco / rígido / lo zarandeará una vez y luego / quizás / otra: // ‘!Hank!’ // Hank no / responderá. // No es mi muerte lo que / me preocupa, es mi mujer / que se quedará con este / montón de / nada. // Quiero que / sepa / sin embargo / que todas las noches / que he dormido a su lado / incluso las discusiones / más inútiles / siempre fueron / algo espléndido / y esas difíciles / palabras / que siempre temí / decir / pueden decirse / ahora: // Te amo.”. Para Maite esta tapita con mis mejores deseos. NOTA: Como la moza maneja el inglés, copio la versión original, para que no se pierda nada CONFESSION waiting for death like a cat that will jump on the bed I am so very sorry for my wife she will see this stiff white body shake it once, then maybe again "Hank!" Hank won't answer. it's not my death that worries

Poetas salvadores y grandilocuentes.

Siempre me hizo gracia esa vena salvadora y grandilocuente que acompaña al poeta [‘Nos corresponde a nosotros, poetas / estar al pie de las tormentas de Dios, / con la cabeza desnuda, / para apresar con nuestras propias manos el rayo de luz del padre, a él mismo / y hacer llegar al pueblo envuelto en cantos / el don celeste.’ F. Hölderling] y que le hace suponerse a sí mismo un ser superior con una misión altísima que cumplir. Patrañas, todo patrañas. La poesía es del hombre y para el hombre, del uno para el uno en primer lugar y sobre todas las cosas y, después, puede que llegué a ser del uno para los demás, pero sin dioses por medio, sin trajes largos ni bandas sonoras de rayos y truenos. La poesía es fundamentalmente vía de escape del pensamiento individual y, no se sabe cómo [algunas veces sí], puede llegar a ser materia de consumo común y hasta ser susceptible de esa gloria humana que anuda peanas absurdas. Es en nuestra sociedad actual y consumista, engañada de forma global y sib