Me turban tus palabras como me turbas tú… y quisiera alcanzarte en el bostezo con los alfileres de la lengua cuando te ves rendida, y verte vacilar con ese estrépito callado de los árboles en los días de viento. Triunfar en ti sin que sea superfluo el laurel de tenerte y que en el sotobosque de tus piernas crezca un murmullo a fiebre y una bruma de sangre bombeada. Oigo las voces ágiles de los que no te piensan y sonrío por su absurda inconsciencia de acequia dirigida a no se sabe dónde. Su murmullo me anima a ser regato o río desde el silencio inmóvil de verte junco o pájaro bebiéndome. Me turba que no existas sino en este rocío de pensarte, que seas en la siesta en la que me fermento, que estés donde no hay nada, que te esponjes entre la hoguera de mis canas cuando duermo despierto. Te hice ya hace años con olor a cocina en esta frente mía donde el verdín florece, te hice a gajos, nublada, como el perfil del monte que enmarca mis otoños; te hice llena de signos en tu criptografía y t...
Bitácora de Luis Felipe Comendador