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Mostrando entradas de marzo 4, 2007

Últimamente solo tengo encargos de conciencia.

Aparte de la entregada pasión a la causa de mi abuelo Felipe y de la convivencia esporádica con esos colegas magníficos del meneado Tercer Mundo, circunstancias que me ponen en cierto lado humanista de la vida, me gustaría tener una serie de razones claras y precisas de lo que supongo una voluntad de izquierdas. No tener esas razones me llevaría a vivir la izquierda como una estética [que es el territorio de demasiada gente en estos días]. Veamos: Soy consumista y hago poco para que mis hijos no lo sean [mal]. Me distraigo constantemente en lo que sé mediatizado y lo degluto con cara de imbécil sin pararme a hacer una análisis crítico [mal]. A pesar de que tengo formada mi idea sobre problemas que nos destruyen, no paso a la acción [quizás sea que estoy harto a la vez que convencido de que no puedo hacer nada aunque lo intente… derrotado… mal]. Sé a ciencia cierta cuáles son los males pequeños de mi entorno y valoro que tales males son base de males mayores… y no hago nada para evitarl

Piensan que los burros somos los demás mientras rebuznan.

Visita entrañable de Fernando Rodríguez de la Flor, Fabio y Manuel Ambrosio… temas medio cerrados con cierto éxito, comida molona con fondo “ADSL”, risas, charla y buen rollo general. Me agrada mucho recibir a amigos como ellos. (22:39 horas) Ya tranquilo, después de despedir a mis amigos, pienso en unas palabras que me dijo Fernando durante la comida: “Cuando le cuento a algunas personas del mundo de literatura de Salamanca que estoy contigo en el proyecto sobre Aníbal Núñez, no ponen muy buena cara…”. ¡Joder!, qué le habré hecho yo a esos tipos que ni siquiera conozco –ellos parece que a mí sí me conocen–. No salgo apenas de esta cueva desde hace un montón de años, apenas me relaciono más que con mis amigos; si colaboro en algún proyecto literario, siempre lo hago fuera del ámbito salmantino, ya hace mil años que no hago crítica literaria ni escribo en la prensa provincial [tampoco la leo, aunque me consta que de vez en cuando se hace ecos de mis contados movimientos en otras provinc

Equivocarse a veces no es solo equivocarse.

A veces salgo del trabajo deshecho, confuso, perplejo… y no sé si detenerse cada día a mantener el buen rollo entre la gente puede sumarse como materia productiva o simplemente es hacer el imbécil [unas jornadas veo tan claro como el agua que esa labor es absolutamente necesaria… y otras se me queda carita de carnero degollao]. Una empresa pequeña, sin ínfulas capitalistas, llevada por personas que entienden el trabajo en común como un acto más de convivencia y no como una opción de competencia y balance de resultados entra dentro de mis presupuestos lógicos y éticos de “jefe” [permítaseme iterar en el entrecomillado del término “jefe”]. La empresa a la que quiero llegar, a la que he querido siempre llegar, condiciona sus beneficios a los de sus empleados, y cuando hablo de beneficios no sólo me refiero a los económicos, sino a los relacionales, a los de estado de ánimo, a los producidos por una situación de trabajo agradable [parecen términos contrapuestos, ¿verdad?]. Para conseguir e

Una idea solo puede quemarse con otra.

Cafetín vespertino con Ricardo, Juan Marañón y Francisco Montero… todo entre serio y relajado… asuntos pendientes y naderías… trabajo, proyectos y cuitas… el gobierno, la oposición, las dos españas… todo negro [que a veces es mejor que todo gris] y a ver cómo nos trata el tiempo meteorológico, que necesitamos nieve. Hay una voluntad práctica y positiva de la vida que me interesa, y esa voluntad tiene un claro ejemplo en Paco… Hoy me ha gustado mucho que sacara el tema de la amistad, sosteniendo que el amigo debe empujar siempre y apoyar ese empuje en el tiempo con una mezcla de severidad y afecto [siempre en clave simbiótica, por supuesto]. El tipo es un puro chorro verbal y resulta difícil meter morcillas en su conversación, pero el chorro es siempre interesante y bastante didáctico. (10:37 horas) Poesía de ser y estar, para ser y estar. ¿Para ser qué y para estar dónde? Son tiempos de venenoso verdín en esta España tirada a su suerte, como un par de dados. Alguien escribió no sé dónd

Te alejas cuatro pasos y cambia el mundo.

Visita relámpago a Plasencia acompañado de Reynaldo Lugo con el fin de trabar asuntos profesionales. Bien. La gente de Plasencia, siempre que he tenido trato con ellos, responde con creces a los presupuestos [relacionales] con los que acudo. Da gusto moverse allí y se nota una diferencia de percepción del mundo absolutamente distinta a la bejarana, una percepción optimista, creativa, ilusionada. Espero que salga algo positivo de este viaje. (21:50 horas) Con los chavales –y con cualquiera, coño– hay que empezar por lo contemporáneo, lo que les llega al momento, lo que tiene valor y efectos actuales… hacerles probar lo prosaico para ir modulando su paladar estético… Los clásicos llegarán cuando lleguen, y si no llegan, no pasa nada. Cuándo se ha visto explicar la teoría de la relatividad antes que el concepto de tabla de operaciones para memorizar o el motivo de los números. Hay que hacer de menos a más, siempre, de simple a elaborado, de dulce a delicioso. De Tontopoemas ©... ••• ••• R

Las migajas de un plato frío alimentan más que la fotografía de un plato caliente.

La verdadera poesía pide distancia, que el poeta haya sabido distanciarse de la realidad que la empujó. Cuando esto sucede, el poema se carga de una ironía especial que nunca contiene el de bote pronto. Y es que la poesía más sólida está llena de ironía, porque la distancia valora el tiempo de la herida y lo acerca a un interesante punto de objetividad que no puede contener el poema de vivencia caliente. Sin el dolor latiendo, sin el sentimiento empujando en la cabeza, el poema se desenvuelve mejor, sin el exceso de lo trágico y con el justo láudano de lo que se puede valorar completamente porque ha pasado. Y el dolor no es tanto cuando ya sucedió, ni el amor, ni la euforia, ni la decepción, ni la risa. ...Pero me gustan tanto los poemas urgentes... ••• ••• RECREACIONES CON HURTOS DE PAPEL (6) (Va dedicado a mi amigo Ramón Hernández Garrido) Nadie sabe en qué fecha José María Aznar pactó con Saturno para tomar el espíritu de Pecksniff* y cambiarlo por el suyo –un espíritu anodino y pla

La luna se asombró de vernos.

Anoche, después de la debacle del Barça [qué cabreo], me subí con mis chicos a Llano Alto para disfrutar del eclipse de luna. Íbamos cargados con la cámara de fotos y unos prismáticos del abuelo. Durante el corto viaje, Felipe iba dando la barrila con sus historias de miedo para aterrorizar a Guillermo, que lloriqueaba con sus “papá, dile a Felipe que se calle…”. Y yo con esos “me cago en la puta, no vuelvo a llevaros a ningún sitio, coño”. El ambiente se calmó cuando tuvimos que detenernos en la subida de El Castañar porque la poli andaba intentando pillar costo entre los coches de los jovencitos que subían a ver el evento natural [a los que se quedaban abajo porque el espectáculo les tocaba los cojones, en el Regajo, nadie les quitaba las jodidas litronas… la vida]. Llegamos al paraje y todo estaba negro como boca de lobo. Muchos coches aparcados y un par de grupos mirando con telescopios [saludé en alto, pero nadie contestó… se están acabando las maneras]. La luna estaba en ese mome