Aparte de la entregada pasión a la causa de mi abuelo Felipe y de la convivencia esporádica con esos colegas magníficos del meneado Tercer Mundo, circunstancias que me ponen en cierto lado humanista de la vida, me gustaría tener una serie de razones claras y precisas de lo que supongo una voluntad de izquierdas. No tener esas razones me llevaría a vivir la izquierda como una estética [que es el territorio de demasiada gente en estos días]. Veamos: Soy consumista y hago poco para que mis hijos no lo sean [mal]. Me distraigo constantemente en lo que sé mediatizado y lo degluto con cara de imbécil sin pararme a hacer una análisis crítico [mal]. A pesar de que tengo formada mi idea sobre problemas que nos destruyen, no paso a la acción [quizás sea que estoy harto a la vez que convencido de que no puedo hacer nada aunque lo intente… derrotado… mal]. Sé a ciencia cierta cuáles son los males pequeños de mi entorno y valoro que tales males son base de males mayores… y no hago nada para evitarl...
Bitácora de Luis Felipe Comendador