Mi querida mamina, ya más de un año sin tus besos, sin tu preciosa mirada y sin tu sonrisa, que eso duele, mi chica, no imaginas cómo duele. Hoy te escribo para ponerte al día de cómo van las cosas, las nuestras y las de todos. Lo más importante es que sepas que tienes una bisnieta nueva que se llama como tú y que ha heredado muchos de tus gestos. Sé lo que te gustaría tenerla en tus brazos y lo imagino con rabia cuando la tengo en los míos, aunque sé que es parte del hermoso tesoro que nos has dejado, y eso me consuela. Mario ya está grandote y muchas veces se acuerda de ti y pregunta, aunque no entiende muy bien que alguien al que quieres y que te quiere desaparezca de pronto. Es muy vivo mi niño, y no es pasión de abuelo, te lo prometo, y siente una atracción especial por los fenómenos naturales y por los barcos. Los demás estamos bien, mi niña. Papá quedó bastante tocado cuando te fuiste, pero luego recuperó y ahora es mi compañero de trabajo, como siempre lo fue. Viene todos los d...
Bitácora de Luis Felipe Comendador