Desde esta rendición es bastante difícil tomar camino a Innisfree para ver las alubias de Yeats marchitarse en sus nueve surcos sin que nadie haga nada, solo nadar el lago hasta la isla y volver ya algo tarde con el lamer del agua a la otra orilla... no existe Innisfree, ni tampoco la isla de Ungaretti donde la ninfa duerme en pie abrazada a un olmo , ni siquiera la Inglaterra de Borges ( la del polvo de mármol y el sigilo de alma ), ni la noche insular de Lezama Lima... “ Más que lebrel, ligero y dividido.. .”... ni la de Odysseas Elytis, Santorini, reina de las palpitaciones y de las alas del Egeo. .. No existe isla alguna, porque ya no hay espacio posible para contenerlas, ni siquiera las islas sumergidas de Manolito Moya jugando a ser le cimetière marin de Valery sin cimetière ni mar... y es que solo fueron palabras para decir la falta de un espacio habitable en un tiempo en el que ya no había posibilidad. Ni las islas del guano son ya siquiera islas, pues ya no ha...
Bitácora de Luis Felipe Comendador