A veces, cuando los ojos son manos, es mejor no detenerse a mirar. Oye, que otra vez llegó el blues [este año con unas semanas de adelanto sobre la norma] y me puse mi polo viejo y los pantalones negros de bluesear, los calzoncillos rojos Simpson, calcetinillos y zapatos cómodos... pillé mi bolso de bandolero [con el tabaco, las llaves y la Nikon] y me hice la subidita al Castañar a eso de las 22:20 horas. Tenía cierto temor de que no hubiese tanta gente como otros años [muchos de mis amigos que comparten afición por el blues andan estos días de vacaciones en la costa]... pero estaba muy bien de público el asunto. Nada más entrar, empezó el rito de saludar a la gente de todos los años, gente de aquí [la de todos los días] y bastantes amigos que viven fuera a los que solo veo en estas fechas y en el festival... todo tenía el mismo regusto molón de siempre y me sentí muy feliz nada más pisar la arena de la plaza de toros bejarana. Ya estaba actuando Larry Garner y me fui directo a primer...
Bitácora de Luis Felipe Comendador