En el juego de ‘el par de vocablos’ sobre el que se sostiene la filosofía de Martín Buber [véase/léase su obra ‘Yo y tú’] hay algo que me lleva inexorablemente a la sonrisa [y no por el tipo, Dios me libre, que me merece un respeto especial]. Buber engancha una relación y la complica en vez de simplificarla, la exprime con ardor guerrero hasta casi conseguir que se haga críptica… e incluso hasta determinar que solo se puede vivir en el pasado en función del ‘vacío’ alimento de la experiencia en su modo más transitivo. Llega a afirmar que “solo desde el pasado se puede organizar una vida” [estoy de acuerdo si se le quita ese ‘solo’ excluyente] y sugiere que el carpe –vivir el presente– diem “devora la vida”. Yo, sin embargo –pobre de mí–, entiendo que una vida se puede organizar también desde el justo presente y hasta desde el nebuloso futuro… y siempre, claro, desde esa propuesta relacional de Buber en la que se hacen imprenscindibles el ‘yo’ y el ‘tú’. La pregunta inmediata a mi afirm...
Bitácora de Luis Felipe Comendador