Uno, que es perroflauta con Jeep y viste lacostes, creía que con ese bagaje y algunas que otras naderías ya estaba bien servido para los escarnios públicos, pero resulta que siempre hay más, coño... que venía yo está mañana de tomar el café primero con Pablete y Antu, y también de hablar de esa especie de solipsismo contravenido que un día fue la Bauhaus ‘lecorbusierera’, opuesto –por supuesto– a la nueva era pop del tomar lo que hay y quedárselo para uno con utilidad... y que me llegué a la imprenta para comenzar mi semanita trabajuna con esa sensación de que se empieza bien el día porque arrancó con buena conversación... y que se acababa de rematar la revista de fiestas de Los Santos y había que cargar la furgo para entregarlas en destino, y que pillé una de las cajas pesadotas de revistas para echar una mano en la carga... caminé por la empresa con seguridad hasta que pillé una estrechura que formaban la moto de mi socio y un perchero de hierro forjado que me habían donado para SB...