¿Cómo leerán nuestros nietos la arquelogía del hambre en los estratos de algún supermercado? • ¿Si se rompe la rama... también se rompe su sombra? • Tu mayor sufrimiento sólo puedes imaginarlo... por eso las pastillas. • Busco una línea caliente para hablar con Dios, pero sale un contestador que me indica que cada minuto vale mi vida. • Dios jamás vendrá... no aprendió a hacerlo. • La carne es un guante para los huesos... un guante que se arruga. • El ojo engaña a la cabeza, que es la que ve. • Tu calma, Dios, son los nervios de los hombres... tu vicio, que te crean. • Piénsate muerto y empezarás a sentir ganas de compartir. • Hacerse viejo es agazaparse y temblar... y a veces eso no sólo se consigue con los años. • No abras tu boca para lamentarte... sólo perderás fuerza. • A cada uno le aguardan sus gusanos. • El arte torpe no existe porque no es arte. • Lo bello siempre encierra angustia. • Cada día busco grietas en el horizonte... ya la vista no me alcanza. • ¿Es mejor moverse o co...
Bitácora de Luis Felipe Comendador